Peginterferón alfa-2a y lamivudina

Tratamiento para la hepatitis B crónica HBeAg-negativo

Los pacientes con hepatitis B crónica HBeAg-negativo, tuvieron tasas de respuesta significativamente más altas, con peginterferón alfa-2a que con lamivudina.

Autor/a: Dres. Marcellin P, Lau GK, Bonino F, Farci P, Hadziyannis S.

Fuente: N Engl J Med. 2004 Sep 16;351(12):1206-17.




Antecedentes:

Los tratamientos disponibles para la hepatitis B crónica antígeno e negativo (HBeAg-), están asociados con respuestas insuficientes. El resultado es que, generalmente, análogos nucleósidos y nucleótidos son continuos indefinidamente, una estrategia que está asociada con el riesgo de resistencia y, a largo plazo, con efectos de seguridad desconocidos.

Métodos:

Hemos comparado la eficacia y seguridad de peginterferón alfa-2a (180 mg una vez por semana) más placebo, peginterferón alfa-2a más lamivudina (100 mg diariamente), y lamivudina sola en 177, 179 y 181 pacientes con hepatitis B crónica HBeAg-negativo, respectivamente. Los pacientes fueron tratados por 48 semanas y se hizo un seguimiento adicional de 24 semanas más.

Resultados:

Después de 24 semanas de seguimiento, el porcentaje de pacientes con normalización de los niveles de alanina aminotransferasa o los niveles del ADN del virus de la hepatitis B (HBV) por debajo de las 20.000 copias por mililitro, fue significativamente más alto con la monoterapia de peginterferón alfa-2a (59% y 43%, respectivamente) y peginterferón alfa-2a más lamivudina (60% y 44%) que con la monoterapia de lamivudina (44%, P=0,004 y P=0,003, respectivamente; y 29%, P=0,007 y P=0,003, respectivamente). Las tasas de supresión sostenidas de HBV DNA de menos de 400 copias por mililitro, fueron del 19% con la monoterapia con peginterferón alfa-2a, 20% con el tratamiento combinado y 7% con lamivudina solo (P<0,001 para ambas comparaciones con lamivudina sola). Doce pacientes del grupo de peginterferón perdieron el antígeno de superficie de la hepatitis B, contra 0 pacientes del grupo al que le dieron solamente lamivudina. Reacciones adversas, que incluyeron pirexia, fatiga, mialgia y dolores de cabeza, fueron menos frecuentes con la monoterapia con lamivudina que con la monoterapia con peginterferón alfa-2a o con el tratamiento combinado.

Conclusiones:

Los pacientes con hepatitis B crónica HBeAg-negativo, tuvieron tasas de respuesta significativamente más altas, mantenidas por 24 semanas luego del cese del tratamiento, con peginterferón alfa-2a que con lamivudina. La adición de lamivudina al peginterferón alfa-2ª, no mejoró la tasa de respuesta post-tratamiento.