Contagio emocional

Los pacientes de Alzheimer imitan las emociones de las personas que les rodean

Los hallazgos pueden tener implicaciones para los cuidadores.

Fuente: Medlineplus

Las personas con Alzheimer o con problemas prematuros de pensamiento y memoria tienden a imitar las emociones de las personas que les rodean, hallan los investigadores.
 
Esta transferencia de las emociones, conocida como contagio emocional, aparece intensificada en las personas con Alzheimer y con un declive mental relacionado con la enfermedad, según un equipo de la Universidad de California en San Francisco (UCSF). Y puede ser importante en el cuidado de estos pacientes, añadieron.
 
"La calma engendra calma", afirmó el Dr. Sam Gandy, director asociado del Centro de Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York, que no participó en el estudio.
 
El contagio emocional es una forma rudimentaria de empatía, que permite a las personas compartir y experimentar las emociones de las otras personas, comentó la investigadora principal, Virginia Sturm, profesora asistente en el departamento de neurología de la UCSF.
 
"Es una manera de trasmisión rápida de emociones entre personas e incluso sin que se den cuenta", explicó Sturm. Este proceso puede modelar la conducta y provocar cambios cerebrales, añadió.
 
En las etapas tempranas de Alzheimer y en las personas con problemas leves de pensamiento y de memoria, el contagio emocional aumenta, hallaron los investigadores. Es incluso más aparente en las personas con demencia, comentaron.
 
"En el Alzheimer y otros tipos de demencia creemos que algunas personas pueden experimentar un aumento de la sensibilidad ante las emociones de las otras personas", planteó Sturm.
 
"Al parecer, a medida que se deteriora la habilidad de la memoria y el pensamiento, se produce un aumento de otros procesos emocionales", indicó.
 
Esto significa que si los cuidadores están ansiosos o enfadados, los pacientes captarán y copiarán esas emociones.
 
Por otra parte, si el cuidador está tranquilo y alegre, los pacientes imitarán esas emociones positivas, afirmó Sturm.
 
"Este es un modo en que los pacientes de Alzheimer conectan con otras personas, aunque no entiendan cuál es la situación social", afirmó. "En el cuidado de los pacientes, quizá si los cuidadores están tranquilos y contentos ayudaría en gran medida a mantener a los pacientes tranquilos y contentos".
 
El Alzheimer es un trastorno cerebral relacionado con el envejecimiento que empieza lentamente y quita a la persona gradualmente la capacidad de seguir con su vida día a día. En Estados Unidos, un tercio de las personas mayores del país fallecen con Alzheimer u otro tipo de demencia, según la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association).
 
El estudio, publicado en línea el 27 de mayo en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, contó con la participación de 237 personas adultas. De ellos, 62 pacientes tenían problemas leves de memoria y pensamiento, y 64 tenían Alzheimer. El resto estaban sanos mentalmente.
 
Los participantes realizaron pruebas de detección de la depresión y otros problemas de salud mental, además de exámenes de IRM a fin de detectar cambios cerebrales relacionados con el contagio emocional.
 
Los investigadores hallaron que se producía un contagio emocional mayor en las personas con problemas mentales leves y Alzheimer, en comparación con las que no tenían estas enfermedades.
 
Este aumento del contagio emocional se produjo en paralelo con el incremento del daño en el lóbulo temporal derecho del cerebro, lo que refleja cambios biológicos en el sistema neural, halló el estudio.
 
"El lóbulo temporal derecho es importante para distintos aspectos de las emociones y de la conducta social", afirmó Sturm.
 
La depresión también fue mayor en las personas con problemas mentales leves y Alzheimer, halló el estudio.
 
Desde el punto de vista de un neurólogo, "es extraordinario que algo tan complejo como la percepción emocional se controle desde una parte tan localizada del cerebro", comentó Gandy.
 
"Además, lo clásico ha sido considerar que es el daño en el lóbulo frontal el que provoca problemas emocionales", añadió Gandy. "Ahora sabemos que los lóbulos temporales pueden jugar un papel parecido".
 
FUENTES: Virginia Sturm, Ph.D., assistant professor, department of neurology, University of California, San Francisco; Sam Gandy, M.D., associate director, Mount Sinai Alzheimer's Disease Research Center, New York City; May 27, 2013, Proceedings of the National Academy of Sciences, online.