Reflexiones en torno a los límites éticos de una publicación médica

Hacia un mundo sensato, Dr. Carlos Bertolasi

El Dr. Carlos Bertolasi envía a IntraMed un artículo donde aborda cuestiones éticas y humanitarias con la inteligencia y sensibilidad a las que nos tiene acostumbrados.

Autor/a: Dr. Carlos Bertolasi

A diario tenemos ocasión de asombrarnos con los resultados del avance científico y tecnológico. No pareciera ocurrir lo mismo con el comportamiento del ser humano, quien a menudo aplica esos nuevos recursos con similar fervor tanto para la solidaridad como para la exclusión, para el progreso o la decadencia, para curar o matar.
 
Por ello, causa asombro y extremo placer una serie de hechos ocurridos en el ámbito de la medicina, pero que la excede en su significado hasta convertirse en valioso mensaje social.

Todo se inicia a comienzos de este año con una carta de “Médicos para Irak”(1), dirigida desde Baghdad a la revista médica The Lancet(2).

Comienza con una vívida descripción de atroces experiencias que conmocionan; queda claro que una cosa es hablar de la guerra y otra vivirla.
 
Sigue relatando el resultado de una investigación de campo: el costo de un proyectil en el mercado negro oscila entre 10 y 40 centavos de dólar, y quitar la vida en Irak cuesta alrededor de 2.40 dólares.

Todo dramático, pero lo peor aún esta por venir. A continuación se manifiestan consternados al enterarse que la empresa editora de The Lancet  es al mismo tiempo… ¡activa organizadora de ferias de venta de armas!

Se preguntan: “¿Cómo es posible que una publicación médica de enorme prestigio, que defiende el derecho a la salud y promueve una mejor calidad de vida, pueda ser integrante de tamaña compañía?”.

Concluye diciendo que si The Lancet no revisa su política, comprometerá su posición líder en la salud universal. 
 
¿Qué hacen los editores de The Lancet ante tan duro mensaje?
 
¡Publican la carta! ¡Y la responden!

Dicen: “Estamos consternados por el daño que podemos cometer y el nefasto efecto de las exhibiciones de armas de Reed Elsevier”(3). 

 “Somos médicos, y nuestro objetivo proteger y mejorar la salud a través de The Lancet”.

 “Seguiremos peticionando a Elsevier para que cambie su actitud, pero reconocemos que en enero de 2007 tuvo lugar el SHOT Show en Orlando (sede de Disneyworld), con compradores de más de 75 países”.

 Allí se promovían armas de todo tipo. Una “hermosa” arma manual (Armalite A24) ideal para “un señor pistolero” (estas armas pequeñas son responsables de 200.000 asesinatos anuales, la mayoría en el subdesarrollo).
 
En una feria previa se exhibía una “bombita” de 500 Kg. Resulta ser uno de los productos más mortíferos (para civiles) desarrollado hasta la fecha.

 También mencionan que desde diversos sectores se han elevado petitorios a Elsevier, para que deponga su actitud.
 
Entre otras consideraciones los editores de The Lancet concluyen: “¿Qué debemos hacer? Pensamos que la situación es insostenible y que los ¡dueños de The Lancet no debieran vender armas!”.

 “Debemos reconocer que permanece intacta nuestra libertad para expresar opinión, además de la absoluta independencia editorial y protección ética que gozan nuestros autores.”

 En resumen, “creemos que algún cambio es posible y seguiremos luchando en esa dirección”.
 
Los editores de The Lancet  firman esta carta con tan grave reflexión hacia sus “patrones”.
 
La respuesta de Reed Elsevier no se hizo esperar. El 1º de junio, deciden ¡retirarse de todo negocio vinculado con las armas!!!, lo que se concretará paulatinamente durante 2007.

 Han aceptado las críticas, recapacitado y optado por seguir la línea editorial de trabajo conjunto con médicos, en pro de la salud pública mundial.
 
 No parece necesario agregar demasiados comentarios a esta increíble secuencia.

 En medio de la batalla, médicos de Irak se comprometen aún más con la vida y la conducta denunciando (seguramente junto a muchos otros) esta flagrante contradicción. 

 Los editores de The Lancet  no “esconden” ni rehuyen el desafío, haciendo honor a su compromiso ético. Con enorme coraje publican la carta y sus propias opiniones contra la conducta de sus “patrones”.

 Durante un tiempo, seguramente enfrentaron una disyuntiva que se presenta en situaciones de esta índole.

 Se puede optar entre continuar bregando dentro del sistema en pos de una corrección del rumbo o con absoluta intransigencia frente a la inconducta, dar el “portazo” acorde. 


"...será honorable cualquier decisión adoptada por principios y libre de todo rédito personal"

 Ambas actitudes tienen elevado costo; será honorable cualquier decisión adoptada por principios y libre de todo rédito personal.

Los directores de Reed Elsevier, seguramente conmocionados y presionados por la opinión pública, revieron su  horrorosa dualidad, para volver al seno de la coherencia.

Alguien podrá argumentar que existen subterfugios para aparentar renunciamientos que no lo son. No importa; una vez más se evidencia que la condena social es una formidable herramienta a disposición de los pueblos.

El día en que todos tengamos el coraje de denunciar; en que las instituciones tengan la decisión de luchar y emitir opinión; y que las autoridades sean capaces de rectificar groseros errores, podremos festejar como hoy están festejando en The Lancet y en el mundo sensato.

Dr. Carlos A. Bertolasi
Médico cardiólogo


Referencias:

(1) Organización no gubernamental creada para aliviar el atroz impacto de la guerra sobre la salud pública de Irak. Trabajan en Baghdad, Fallugah, Basra y otras localidades.

(2) Ubicada entre las cinco más relevantes y tradicionales publicaciones médicas del mundo, aparece desde 1823.

(3) Reed Elsevier: gigante editorial científico responsable de innumerables publicaciones (¡Miles! entre ellas The Lancet). Además eficiente organizadora de venta de armas a través de ferias internacionales, entre otros negocios.

* IntraMed agradece muy especialmente al Dr. Carlos Bertolasi el habernos confiado la publicación de su artículo.

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Fotoentrevista Dr. Carlos Bertolasi

Dr. Carlos Bertolasi, su trayectoria

En 1956 se gradúa de Médico. Facultad de Medicina de la U.B.A. En 1960 - 1998 Ciclo completo Htal. Argerich. Médico agregado hasta Jefe de División Cardiología (por concurso). Director interino (6 meses). Asesor del Comité de Docencia e Investigación. Instituto Cardiovascular de Bs. As. Miembro del Tribunal de Honor. Sociedad Argentina de Cardiología. Asesor del Comité de Investigación del Instituto de Cardiología de Rosario. Miembro del Comité de Honor y Asesor Honorario de la Secretaría de Salud Pública, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Miembro de número de la Academia Nacional de Medicina. Asesor Honorario del Ministerio de Salud Pública de la Nación. Profesor Honorario UBA, Facultad de Medicina. Miembro Titular del Comité de Ética de los Institutos de la Academia Nacional de Medicina. Tarea docente: Asesor del Comité de Residencias. Asoc. Médica Argentina. Consultor de “Cardiología Actual”. Cardiología en Internet para Arg, Méjico, Ecuador, Rep. Dominicana (2002-2004). Libros publicados: “Cardiología 2000” (4 tomos), Director. Trabajos publicados: Más de 150 trabajos publicados en revistas argentinas y extranjeras. Premios: 1999 “Maestro de los Andes” - Asociación Médica Argentina 2001 - “Maestro de la Medicina”. Prensa Médica Argentina. El Dr. Carlos Bertolasi es declarado "ciudadano ilustre" de Bs As.