Advertencia de los CDC

Más trabajadores de atención de la salud deben vacunarse contra la gripe

La vacunación protege tanto a los trabajadores como a los pacientes

Fuente: MedlinePlus

Más trabajadores de atención de la salud deben ponerse la vacuna anual contra la gripe, muestra un nuevo informe del gobierno.

Más o menos uno de cada cinco trabajadores de atención de la salud estadounidenses prescinde de la vacuna anual, y en algunos centros esa cifra supera a la mitad, según el informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

"Le debemos a nuestros pacientes y también a los demás proveedores de atención de la salud el ponernos la vacuna", planteó el Dr. Robert Glatter, médico de emergencias del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York.

"Es una de las formas más importantes de prevenir la transmisión de la influenza, no solo en el hospital sino también en otros ámbitos de atención de la salud", dijo Glatter, que no participó en el nuevo estudio.

Vacunarse contra la influenza puede reducir las probabilidades de que los pacientes contraigan la gripe de los médicos, enfermeros y otros, y reduce las complicaciones y las muertes relacionadas con esa enfermedad entre los trabajadores de la salud y sus pacientes, señalaron los autores del informe de los CDC.

Esto podría ser incluso más importante esta próxima temporada de influenza, ya que las autoridades de los CDC apuntaron el jueves que la cobertura de vacunación se redujo en un 1.5 por ciento en toda la población de EE. UU. en la temporada de 2015-2016, y apenas un 46 por ciento de los estadounidenses recibieron la vacuna anual.

Para evaluar las tasas recientes de vacunaciones contra la gripe en la comunidad de la atención de la salud, Carla Black, epidemióloga en el Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC y su equipo analizaron datos de las dos últimas temporadas de influenza.

En la temporada de gripe 2015-2016, un 79 por ciento de todos los trabajadores de atención de la salud reportaron que se vacunaron, una cifra similar al 77 por ciento que dijeron que se vacunaron contra la gripe en la temporada de gripe de 2014-2015.

El personal de atención de la salud que trabajaba en hospitales eran los más propensos a vacunarse (un 91 por ciento) frente a la gente que trabajaba en clínicas (un 80 por ciento) y los empleados en hogares de ancianos y centros de atención a largo plazo (un 69 por ciento), hallaron los investigadores.

A pesar de tener una cobertura de vacunación más baja en general, los centros de atención a largo plazo fueron los únicos lugares donde las tasas de vacunación aumentaron en 2015-2016: un aumento del 5 por ciento, apuntaron los investigadores.

Los médicos siguieron siendo más propensos a vacunarse contra la gripe (un 96 por ciento) que los asistentes y ayudantes médicos (un 64 por ciento). Las tasas de vacunación se redujeron a un 45 por ciento en los centros de atención de la salud donde la vacunación de los empleados no era obligatoria, mostraron los hallazgos.

La forma más efectiva de garantizar que los trabajadores de atención de la salud se vacunen parece ser hacerlo un requisito, anotaron los investigadores. Las tasas generales más altas de vacunación fueron en los centros donde los trabajadores están obligados a vacunarse contra la influenza, con un 97 por ciento.

"Cuando los empleadores no requieren la vacuna, la preocupación es que se convierta en una forma potencial en que la transmisión de la gripe aumente de forma significativa", advirtió Glatter. "Es vital que los empleadores animen a la vacunación anual para reducir la transmisión de la gripe".

A menos que haya motivos religiosos o médicos para evitar la vacuna, "es imperativo que toda la gente se vacune y proteja la seguridad de los pacientes y otras personas", dijo Glatter.

Para garantizar que los trabajadores de atención de la salud se vacunen, los CDC recomiendan educar a los empleados sobre los beneficios de la vacunación, promover las vacunas y ofrecer la vacuna de forma gratuita.

El informe aparece en la edición del 30 de septiembre de la revista de los CDC, Morbidity and Mortality Weekly Report.


FUENTES: Robert Glatter, M.D., emergency physician, Lenox Hill Hospital, New York City; Sept. 30, 2016, Morbidity and Mortality Weekly Report