Consecuencias somáticas

Asocian el bullying con aumento de la inflamación sistémica

"Desde hace años sabemos que las experiencias traumáticas infantiles, desde el abuso sexual, físico o mental hasta el abandono, tienen consecuencias negativas para la salud en casi todas las áreas que se evalúen".

Por Kathryn Doyle

NUEVA YORK (Reuters Health) - Muchos niños víctimas de bullying padecen sus consecuencias sociales, psicológicas y físicas más adelante, y un estudio sugiere que las secuelas fisiológicas se deberían a un aumento de la inflamación de bajo grado en todo el organismo.

Los niños que soportan el hostigamiento de sus pares suelen enfermarse más que el resto y tienen dolor de estómago, trastornos del sueño, dolor de cabeza y pérdida del apetito, según publica el equipo en PNAS.

En el estudio, los niños víctimas de bullying tenían niveles de inflamación sistémica similares a los adultos jóvenes y, por lo tanto, más altos que sus compañeros de aula.

"Estamos bastante seguros de que es un efecto del bullying", dijo el autor principal, William Copeland, de la Facultad de Medicina de la Duke University, en Carolina del Norte.

Copeland explicó que el aumento de la inflamación en el organismo causa enfermedades, como las cardiopatías. Con su equipo estudió a 1.420 niños de entre 9 y 12 años que, como sus madres, respondieron sobre el bullying.

Además, cada uno o dos años, el equipo les extrajo muestras de sangre a los niños para determinar el nivel de proteína C reactiva, un marcador de inflamación sistémica sensible a distintos estresores ambientales, como la falta de sueño o los problemas psicológicos.

Los autores observaron que los niveles de la proteína aumentaban en todos los niños a medida que crecían, pero lo hacían aún más en los que padecían bullying que en los que no sufrían ese hostigamiento reiterado de sus pares.

"Desde hace años sabemos que las experiencias traumáticas infantiles, desde el abuso sexual, físico o mental hasta el abandono, tienen consecuencias negativas para la salud en casi todas las áreas que se evalúen", dijo el doctor Andrew H. Miller, psiquiatra de la Facultad de Medicina de la Emory University, en Atlanta.

Miller agregó que uno de los "denominadores comunes" en muchas enfermedades como el cáncer y las cardiopatías es la inflamación.

"La idea de que todo lo malo que nos sucede genera inflamación es lo que estamos empezando a considerar que sería el nexo entre las malas experiencias tempranas y las enfermedades", indicó Miller, que no participó del estudio.

Los niveles de proteína C reactiva detectados en las víctimas de bullying anticipan entre tres y cuatro veces más riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca o diabetes, según calculó el experto.

Pero para saber si esa conexión se manifestará, habría que esperar hasta que los participantes lleguen a los 40 ó 50 años.

"Los niños que estudiamos aún no tenían enfermedad cardiovascular", indicó Copeland. "Si sus valores sugieren que desarrollarán enfermedad cardíaca, habrá que seguirlos para comprobarlo", añadió.

Los autores también detectaron que los niños que hostigaban a otros, pero nunca eran víctimas de hostigamiento, eran los que menos inflamación tenían en el tiempo comparado con aquellos que nunca habían participado de bullying.

Copeland dijo que los chicos con los valores más altos de inflamación eran los que habían padecido bullying de manera prolongada o en distintos ambientes. Recomendó que los padres y los cuidadores se ocupen de las consecuencias potenciales futuras del bullying sólo después de haber detenido el hostigamiento.

FUENTE: PNAS