Mutaciones genéticas hereditarias

Nuevas pistas sobre el Alzheimer de inicio temprano

Hay personas con ciertos genes que producen demasiadas proteínas que causan la acumulación de placas, según un estudio.

Fuente: Medlineplus

Las personas con mutaciones genéticas hereditarias que provocan el inicio temprano del Alzheimer producen demasiada cantidad de una forma de beta amiloidea más larga y más pegajosa, el fragmento de la proteína que provoca la acumulación de placas en el cerebro de los pacientes de Alzheimer, según un pequeño estudio nuevo.
 
Los investigadores descubrieron que estas personas crean alrededor de un 20 por ciento más de este tipo de beta amiloidea (la beta amiloidea 42) que los familiares que no portan la mutación del Alzheimer, según la investigación publicada en la edición del 12 de junio de la revista Science Translational Medicine.
 
Además, la investigadora Rachel Potter de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis, y colegas descubrieron que la beta amiloidea 42 desaparece del fluido cerebroespinal mucho más rápidamente que otras formas conocidas de beta amiloidea, posiblemente debido a que se acumula en forma de placas en el cerebro.
 
Los investigadores del Alzheimer han creído durante mucho tiempo que las placas en el cerebro creadas por la beta amiloidea causaban la pérdida de memoria y las dificultades en el pensamiento que conlleva la enfermedad.
 
Este estudio nuevo no demuestra que las placas de amiloidea causen Alzheimer, pero aporta más evidencias sobre la manera en que se desarrolla la enfermedad y orientará la investigación futura con respecto al diagnóstico y al tratamiento, afirmó la Dr. Judy Willis, neuróloga y vocera de la Academia Americana de Neurología (American Academy of Neurology).
 
La mutación se produce en el gen de la presenilina y se ha relacionado anteriormente con un aumento de la producción de beta amiloidea 42 mayor que la de beta amiloidea 38 y 40, otros tipos de beta amiloidea encontrados en el líquido cefalorraquídeo, según el estudio.
 
Los estudios anteriores del cerebro humano una vez fallecido y que investigaron con animales han sugerido que la beta amiloidea 42 es el factor que más contribuye al Alzheimer.
 
El nuevo estudio confirma esa conexión y también cuantifica la producción excesiva de beta amiloidea 42 en los cerebros humanos vivos. Los investigadores también descubrieron que la beta amiloidea 42 se reemplaza y recicla en el cuerpo, lo que ralentiza su salida del cerebro.
 
"Se ha considerado la hipótesis de que la acumulación de la proteína amiloidea se correlaciona con los síntomas del Alzheimer al causar daños neuronales, pero no sabemos qué es lo que causa las anomalías de la producción excesiva y el bajo nivel de eliminación de la amiloidea", explicó Willis.
 
Los hallazgos del nuevo estudio "apoyan la idea de la acumulación anómala de amiloidea en las personas con la mutación genética décadas antes del inicio de los síntomas", afirmó.
 
Los investigadores realizaron el estudio al comparar 11 personas portadoras del gen mutado de la presenilina con familiares que no tenían la mutación. Utilizaron una tecnología de escáner avanzada que puede "etiquetar" y más tarde hacer un rastreo de las proteínas recién creadas en el cuerpo. Con esta tecnología, realizaron un seguimiento de la producción y eliminación de la beta amiloidea 40 y 42 en el líquido cefalorraquídeo de los participantes.
 
Esta investigación aporta a los profesionales clínicos un posible "marcador" que comprobar cuando se evalúe el riesgo de Alzheimer de una persona con esta mutación genética, señaló Willis.
 
"Es una manera más temprana de detectar las primeras asociaciones del Alzheimer", indicó. "Al parecer, examinar el líquido cefalorraquídeo podría ser la primera manera de diagnosticar la enfermedad".
 
Aunque la investigación se centró en una anomalía genética que padecen un porcentaje muy pequeño de los pacientes con una manifestación temprana del Alzheimer, su nueva perspectiva del modo en que se produce y se reemplaza la beta amiloidea en el cuerpo ayudará a las investigaciones sobre la manifestación temprana y tardía de la enfermedad, afirmó Dean Hartley, director de iniciativas científicas de la Asociación de Alzheimer (Alzheimer's Association).
 
"La patología de la enfermedad es prácticamente idéntica, cuando se observa la manifestación temprana del Alzheimer en comparación con las formas esporádicas más comunes de Alzheimer", comentó Hartley. "Las placas y los nudos que forman son casi idénticas".
 
El estudio también identifica la beta amiloidea 42 como un objetivo potencial para futuros ensayos con medicamentos, agregó.
 
"Una de las razones por las que no hemos realizado ensayos clínicos sobre el Alzheimer es que necesitamos comprender mejor cuál es el mecanismo de esta enfermedad", explicó. "En realidad sí ha habido ensayos que han estudiado los fármacos que inhiben [la enzima que causa la formación de la beta amiloidea]. No funcionaron porque esta enzima particular no afecta solo a la beta amiloidea, sino también a otras proteínas del cuerpo. No se trataba realmente de un medicamento con un objetivo específico".
 
"No estamos lejos de realizar ensayos clínicos", continuó Hartley. "La cuestión es si este objetivo va a resultar ser un objetivo seguro".
 
FUENTES: Judy Willis, M.D., neurologist, and spokesperson, American Academy of Neurology; Dean M. Hartley, Ph.D., director of science initiatives, Alzheimer's Association; June 12, 2013, Science Translational Medicine.