Podría aumentar el riesgo de los hombres

La grasa abdominal profunda y la osteoporosis

Los niveles de 'grasa visceral' parecieron tener un efecto independientemente del peso total de un hombre.

Fuente: Medlineplus

Mary Elizabeth Dallas

Los hombres obesos con mucha grasa abdominal profunda están en mayor riesgo de adelgazamiento de los huesos que otros hombres, incluso que aquellos que tienen una medida similar del peso y la estatura conocida como índice de masa corporal (IMC), según un estudio reciente.

Aunque muchos creen que la pérdida ósea, u osteoporosis, es un problema de salud que afecta a las mujeres, los investigadores hallaron que la "grasa visceral", que se localiza profundamente debajo de los músculos del abdomen, se relaciona con la pérdida ósea y con una reducción de la fuerza ósea en los hombres.
 
"La mayoría de estudios sobre la osteoporosis se han enfocado en las mujeres. Se pensaba que los hombres estaban relativamente protegidos contra la pérdida ósea, sobre todo los obesos", comentó en un comunicado de prensa de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (Radiological Society of North America) la Dra. Miriam Bredella, radióloga del Hospital General de Massachusetts y profesora asociada de radiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Boston.
 
"Es importante que los hombres estén conscientes de que la grasa excesiva en el vientre no solo es un factor de riesgo de la enfermedad cardiaca y la diabetes, sino que también es un factor de riesgo para la pérdida ósea", añadió Bredella.
 
Para conducir el estudio, los investigadores examinaron a 35 hombres con una edad promedio de 34 años y un IMC promedio de 36.5, que se considera obesidad. Los hombres recibieron una TC del abdomen y del muslo para medir la masa grasa y muscular. También se sometieron a una TC de alta resolución, conocida como análisis por elementos finitos (AEF), del antebrazo para determinar su fuerza ósea y el riesgo de fracturas.

"El AEF es una técnica que se usa con frecuencia en la ingeniería mecánica para determinar la fuerza de los materiales para el diseño de puentes o aviones, entre otras cosas", explicó Bredella. "El AEF puede determinar dónde la estructura se doblará o se romperá, y la cantidad de fuerza necesaria para romper el material. Ahora podemos usar el AEF para determinar la fortaleza o fuerza necesaria para hacer que un hueso se rompa".
 
El estudio reveló que los hombres con más grasa visceral y total en el abdomen tenían menos fuerza ósea que los que tenían menos grasa abdominal. Los investigadores anotaron que la edad y el IMC total de los hombres no tuvieron un impacto sobre su fuerza ósea.
 
"Nuestros resultados de que la grasa abdominal y la visceral son nocivas para la fuerza ósea en los hombres obesos no nos sorprendieron", anotó Bredella. "Sin embargo, sí nos sorprendió que los hombres obesos con mucha grasa visceral tuvieran una reducción significativa de la fuerza ósea en comparación con los hombres obesos con una grasa visceral baja pero un IMC similar".
 
El estudio, que será presentado este miércoles en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica en Chicago, notó que una mayor masa muscular se asocia con una mayor fuerza ósea.
 
Los investigadores anotaron que la genética, la dieta y el ejercicio tienen que ver con la cantidad de grasa visceral que el cuerpo almacena. Este tipo de grasa abdominal profunda también se relaciona con un mayor riesgo de enfermedad cardiaca.
 
Más de 37 millones de hombres estadounidenses a partir de los 20 años son obesos, según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de EE. UU. La obesidad se relaciona con una variedad de problemas de salud, entre ellos la enfermedad cardiaca, la diabetes, el asma, las enfermedades articulares y la apnea del sueño.
 
Los datos y las conclusiones de las investigaciones presentadas en reuniones médicas se deben considerar como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
 
Aunque los investigadores hallaron una asociación entre unos niveles más altos de grasa abdominal y una reducción en la fuerza ósea, no probaron causalidad.
 
FUENTE: Radiological Society of North America, news release, Nov. 28, 2012