Un país libre de humo

Uruguay: con una dura política antitabaco, bajan los infartos

Uruguay está ganando en la lucha contra el tabaquismo.

Fuente: Clarin.com

Por Valeria Román

En 2006, se convirtió en el primer país de América totalmente libre de humo, y luego adoptó otras medidas –como las advertencias sanitarias en los paquetes– de las que ya se ve su éxito: hay menos fumadores y se redujo en un 17% la cantidad de infartos. Este año, evitarán que 400 personas sufran un ataque, según los registros del Ministerio de Salud Pública de ese país.

“Hoy podemos ver buenos resultados de un conjunto de medidas que protegieron a los fumadores y a los no fumadores”, dijo a Clarín Eduardo Bianco, cardiólogo uruguayo y director para Latinoamérica de la Alianza por el Control del Tabaco, quien expuso la experiencia uruguaya en un congreso argentino sobre tabaco que acaba de terminar en Buenos Aires.

Por empezar, Uruguay ratificó en 2004 el tratado internacional llamado “Convenio marco para el control del tabaco”, y lo puso en práctica. En marzo de 2006, el entonces presidente Tabaré Vázquez, quien es médico, firmó un decreto por el cual Uruguay pasó a ser país 100% libre de humo: no se puede fumar en bares, restoranes, oficinas y otros espacios cerrados. Dos años después, el Congreso sancionó una ley que respaldó al decreto. Se prohibió la publicidad (excepto en los negocios) y la venta de cigarrillos sueltos, y se obligó a dar gratis el tratamiento para abandonar el cigarrillo a los fumadores.

La prevalencia de fumadores adultos era del 32% en 2005 y bajó al 25% en 2009.

Esto significa que cerca de 115.000 personas dejaron de fumar en los últimos tres años.

Hubo una reducción especialmente notable en los adolescentes: de 13 a 17 años, el consumo bajó del 31% al 18,7%.

El corazón de muchos uruguayos también zafó. Tanto en hospitales públicos como privados, entre 2004 y 2008 se observó una reducción del 17% en ingresos por infarto en adultos y en los menores de 40 años, del 38%. A la salud de la gente se le sumaron beneficios ambientales y económicos. El nivel de contaminación del aire en ambientes públicos y cerrados bajó notablemente.

Y la recaudación impositiva aumentó.

En 2005, el estado uruguayo recaudaba 70 millones de dólares por impuestos al tabaco, mientras que para 2009 llegó a 190 millones de dólares. Para los consumidores, el precio del paquete de 20 cigarrillos pasó de 4,68 pesos a 12 pesos argentinos.


Proyectos en el Congreso

En la Argentina, por año mueren 40.000 personas como consecuencia del cigarrillo. El Congreso aún no ratificó el Convenio Marco (el primer tratado mundial de salud pública, aprobado en 2003), a pesar de que hay 22 legisladores que presentaron pedidos entre este año y el anterior. “Este convenio no afectará las economías regionales, ni implicará la eliminación del Fondo Especial del Tabaco”, dijo Verónica Schoj, coordinadora de Alianza Libre de Humo Argentina. Tampoco existen leyes nacionales como las uruguayas, aunque hay proyectos en ambas cámaras. Schoj aseguró que “en Uruguay los logros se alcanzaron porque las leyes cumplen con los estándares internacionales”.