Recomendaciones

Claves para dormir en las noches de calor agobiante

Las altas temperaturas durante la noche impiden el correcto descanso, y complican el día siguiente. Un especialista explicó a Infobae.com qué hacer para que el sueño sea placentero.

En lo que ya se confirmó es el mes de noviembre más caluroso en la historia de la Capital Federal, con una temperatura máxima que superó en diez grados la media mensual, los porteños sufrieron en la noche de ayer -y soportan hoy- las consecuencias.

Consultado por Infobae.com, Raúl Moreno, neurólogo, explicó que el principal problema que acarrea el calor es la alteración del reloj biológico de las personas. "Los más jóvenes postergan la hora de dormir, o se acuestan y no se duermen, mientras que en la mañana se tienen que despertar a la misma hora. Entonces, se genera un déficit en la cantidad de sueño suficiente como para que uno descanse adecuadamente", señaló.

Otro de los problemas se relaciona con la cantidad de líquido que se toma los días de calor. Se bebe más por la noche, lo que incrementa la necesidad de ir al baño. "El cuerpo necesita determinada temperatura y humedad. Entonces, la mayor hidratación interrumpe el sueño", sostuvo Moreno.

Esta alteración de los ciclos del sueño no sólo afecta el ánimo a la mañana siguiente ("aumenta la irritabilidad por la falta de descanso") sino también a las personas con problemas cardiovasculares, señaló el especialista.

Consejos para el correcto descanso

Moreno enumeró una serie de recomendaciones para sobrellevar las noches de calor de la mejor manera. Éstos son:

- Comer liviano.

- Mantener la habitación de descanso aireada, con ventilador o aire acondicionado.

- Usar ropa liviana que permita la absorción de la transpiración; evitar dormir desnudo, ya que nada sofocará el calor corporal.

- Tomar líquido suficiente durante el día y limitarlo por las noches, para evitar despertarse para ir al baño.

- Limitar la ingesta de alcohol, "como la cerveza, tan común en días sofocantes", ya que éste lleva también a despertar con ganas de ir al baño.

- Evitar la cafeína, las bebidas energizantes y ciertos medicamentos para calmar las cefaleas o dolor de cabeza, que pueden ocasionar insomnio debido a su efecto estimulante.

- También está contraindicada la medicación para dormir en los casos en los que el único trastorno que se padezca sea la falta de sueño por calor.

- Tomar una ducha fresca o ligeramente tibia.

- Dormir, en lo posible, una pequeña siesta a mitad de la jornada.

Cómo dormir mejor con recursos propios

María Cristina La Bruna es médica cardióloga, psicoterapeuta y magíster en Neurociencias y en diálogo con Infobae.com pone de relieve la génesis de este problema.

"Tenemos la ilusión de que nuestra calidad de vida ha mejorado y, si bien hay importantes avances científicos, técnicos y estamos sobresaturados de información, por otro lado se han ido perdiendo principios de vida y convivencia que son esenciales en el ser humano. Basta una mirada y escucha a nuestros adolescentes y adultos jóvenes para poder explicarnos esto. Han caído los límites, los padres, los maestros, la misma sociedad se encuentra impotente y/o indiferente para establecer pautas de vida. ¿Cuánto tiempo están los chicos viendo tevé o frente a una computadora? ¿A qué hora y en qué condiciones van los jóvenes a bailar?", se pregunta esta profesional.

Según La Bruna, que actualmente es coordinadora de Psicopatología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires y directora del Consejo de Aspectos Psicosociales de la Sociedad Argentina de Cardiología, nuestro comportamiento como sociedad tiene mucho que ver el abrumador incremento de los problemas de sueño. En ese sentido, nos advierte sobre las señales que pueden indicar que estamos siendo víctimas de este flagelo: "La sensación de malestar, la dificultad para poner atención al trabajo, la irritabilidad, la somnolencia diurna, la tendencia a beber infusiones como el mate, el café o bebidas energizantes en forma desmedida, algún accidente laboral, de tránsito o en el hogar –entre otros- son signos de alarma".

Qué hacer frente al problema

Cuando aparecen las señales antes mencionadas, la profesional considera que es fundamental hacer una historia clínica del paciente. Esta debe abarcar aspectos médicos, psicológicos y sociales, para así poder comprender si hay alguna circunstancia que le quita el sueño a una persona en forma transitoria -como por ejemplo frente a un examen o una entrevista de trabajo- o si se trata de un trastorno con bases más profundas y que permanece en el tiempo.

La Bruna hace hincapié en que la primera consulta a realizar es con un médico clínico, quien evaluará si existe alguna enfermedad de base que esté motivando el problema. Posteriormente, de ser necesario, hará derivaciones hacia otros profesionales. En ocasiones hay enfermedades cardiovasculares, gastrointestinales o trastornos psiquiátricos que se acompañan con trastornos del sueño.

Con respecto a la posibilidad recetar fármacos ante estos cuadros, la profesional es muy clara. "El problema no es medicar, sino quién lo hace y con qué paciente. El desconocimiento y la omnipotencia de algunos profesionales de la salud, a veces los conduce a creer que con ''''una pastillita'''' se resuelve el trastorno. Por eso, la interconsulta con especialistas es fundamental: primero hay que hacer una evaluación diagnóstica para comprender porqué no duerme una persona. Después, se verá no sólo si se medica o no y con qué, sino también es muy importante que el profesional dé al paciente pautas para mejorar su calidad de vida".

Aprovechar los recursos propios

La consulta médica nos indicará si existen patologías que acompañan ese mal dormir, si éste se trata de un problema transitorio o no y nos informará acerca de la conveniencia de tomar medicación. Pero más allá de este paso tan importante como necesario, hay muchos hábitos que nos pueden ayudar a lograr un mejor descanso.

Al respecto, la doctora María Cristina La Bruna, señala que las comidas copiosas, con excesos de grasas e hidratos de carbono, ponen en marcha mecanismos que obstaculizan un buen dormir, además de traer aparejados ciertos riesgos para el aparato cardiovascular.

La profesional también sostiene que el ejercicio físico ayuda a conciliar el sueño, siempre y cuando sea el conveniente. En este sentido, es fundamental que la actividad elegida sea avalada por un profesional, teniendo en cuenta la edad, las posibilidades físicas del paciente y su ritmo de vida.

Por otra parte, la experta consultada por Infobae.com, resalta otro aspecto fundamental para lograr un buen descanso. "El dormitorio es un lugar de la casa diseñado para dormir, de ahí su nombre. El televisor, la computadora, el tejido, el libro, la radio, son acompañantes que funcionan taponando la dificultad para conciliar y sostener el sueño", advierte. Según La Bruna, el sueño es un proceso que permite al psiquismo "bajar la cortina a nivel consciente y descansar". Cerrar los párpados es una forma de expresar "basta, no doy más, me quiero ir a dormir".

Asimismo, sostiene que el hecho de llevar papeles o la computadora a la cama para terminar una tarea, implica que "algo está fallando en la organización de una persona". Sobre esto, advierte que no sólo se refiere la organización en cuanto a las horas destinadas al trabajo y a la casa, sino a cómo está funcionando su psiquismo."Evaluar qué proyectos de vida tenemos y cuál es el costo de éstos, nos permitirá reflexionar y replantearnos los objetivos", concluye la especialista.