Revisión de estudios

Precaución con las técnicas de manipulación de la espalda en niños

Las técnicas parecen especialmente desaconsejables en menores de 13 años

MADRID.- Ni masajes, ni quiropráctica, ni fisioterapia... Por ahora, ninguna de las técnicas de manipulación espinal se ha estudiado adecuadamente en niños, según una revisión publicada en la revista 'Pediatrics'. Además, algunos artículos científicos han recogido varios casos de problemas, incluso graves, relacionados con estas técnicas, así que los autores del trabajo piden precaución.

"Los médicos deberían preguntar a padres y niños si emplean de terapias complementarias y advertir a las familias de que, aunque los efectos adversos pueden ser raros, el empleo de la manipulación espinal en niños puede estar relacionada con una serie de efectos secundarios o con el retraso en el tratamiento adecuado", advierten Sunita Vohra y su equipo, miembros del Programa de Investigación y Educación en Medicina Complementaria y Alternativa del departamento de Pediatría de la Universidad de Alberta (Canadá).

La llamada 'manipulación espinal' no son más que los procedimientos manuales que se aplican sobre los tejidos y estructuras de la espalda. Quiropráctica, masajes, fisioterapia... Los pediatras canadienses decidieron indagar en la seguridad de estas técnicas porque, aunque no hay muchos datos sobre ellas, se emplean con bastante frecuencia en niños, tanto en problemas musculoesqueléticos, como para otras dolencias, desde las otitis medias, hasta el asma o la hiperactividad.

Los autores sólo encontraron dos ensayos clínicos que estudiaban estas técnicas (evaluaban la eficacia de la quiropráctica en las pérdidas de orina nocturnas y en la otitis media). En ambos trabajos (que sumaban unos 190 participantes entre ambos), las técnicas se mostraron bastante seguras: sólo se registraron cuatro efectos adversos calificados de menores, como cefaleas o dolor muscular tras las sesiones.

Sin embargo, los autores han identificado también una serie de casos publicados en revistas científicas sobre problemas con estas terapias. "Aunque son útiles para demostrar el tipo y naturaleza de los efectos adversos, estos informes no proporcionan información sobre la incidencia de efectos adversos, debido a la falta de datos sobre el número total de manipulaciones proporcionadas", reza el trabajo de 'Pediatrics'.

Extraordinariamente raros

En concreto, han visto 14 casos aislados de efectos secundarios graves (nueve de los cuales acabaron en hospitalizaciones, incapacidad permanente e incluso fallecimiento del pequeño) relacionados con la terapia, como hemorragia subaracnoidea, paraplejia o dislocación del atlas (la primera vértebra cervical).

Los autores creen que "es poco probable que más de uno o tres informes de efectos adversos raros o poco comunes sea una coincidencia". No obstante, reconocen que, "teniendo en cuenta el gran número de niños que han recibido manipulación espinal durante las décadas evaluadas por nuestra búsqueda, los efectos secundarios de la manipulación de columna son o extraordinariamente raros o subestimados [se informa de ellos con menor frecuencia de la que se producen]".

En especial, parece que el riesgo se concentra en los niños menores de 13 años, en los que la columna está inmadura. También tienen más complicaciones la manipulación del cuello y las manipulaciones a gran velocidad.

Asimismo, los autores advierten de que el tratamiento complementario puede entorpecer el diagnóstico de problemas graves de salud, como una meningitis. En la revisión se han encontrado con otra veintena de casos de retrasos terapéuticos por culpa del tratamiento o de un inadecuado tratamiento quiropráctico.

Soluciones

Ante la escasez de datos, los autores instan a que se desarrolle "un sistema activo de vigilancia para recopilar datos sobre la cantidad y calidad de los efectos adversos, de modo que puedan hacerse cálculos del riesgo con mayor precisión".

Asimismo, estos especialistas hacen una serie de consideraciones para mejorar el problema. Para Vohra y su equipo, es probable que la causa de estas complicaciones sea la escasez de formación de los terapeutas de medicinas complementarias en el tratamiento de niños. Por ello, instan a que se mejore la formación en este sentido y a que se estreche la colaboración entre pediatras y los terapeutas que manipulan la columna.

"Pese a algunas advertencias, muchos niños continúan visitando quiroprácticos y muchos quiroprácticos siguen tratando niños. Creemos que una colaboración de esta naturaleza resultaría en una mejor seguridad para el paciente", concluyen.