Glaucoma

Prueba de sobrecarga hídrica para predecir riesgo de progresión del campo visual

Investigación para determinar si mediante los picos de PIO durante la prueba de sobrecarga hídrica se puede estimar el riesgo de futura progresión del campo visual en pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto en tratamiento

Autor/a: Carlos G. De Moraes, MD, MPH, Remo Susanna, Jr, MD y colabaoradores

Fuente: J Glaucoma 2017;26:767–773

Indice
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2. Referencias bibliográficas
Introducción

El objetivo del tratamiento contra glaucoma es prevenir o minimizar la pérdida de visión de los pacientes. La irreversibilidad del daño glaucomatoso requiere estimar las probabilidades futuras para elegir el mejor tratamiento antes de que la patología avance. Además cuanto más dañado está el nervio óptico, más baja será la presión intraocular requerida para detener la progresión.

A pesar de que existen gran cantidad de pruebas acerca de que la PIO media elevada es un factor de riesgo de glaucoma y su progresión, dichas pruebas se basan sobre datos longitudinales de medición de PIO durante meses o años. Este tipo de mediciones no permite mostrar la variabilidad de la PIO elevada en los intervalos entre mediciones.

Por eso, se han investigado pruebas de stress de la PIO, en las que se pueden observar los picos de PIO que ayudan a predecir la progresión futura del campo visual. Es el caso del la prueba de sobrecarga hídrica. En el presente estudio, se investigó el valor predictivo de los resultados de la prueba de sobrecarga hídrica para evaluar el riesgo de progresión de glaucoma, en comparación con las mediciones de PIO en consultorio en pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto en tratamiento.

Pacientes y métodos:

Estudio longitudinal, prospectivo de pacientes con glaucoma abierto en tratamiento, con una PIO = 18mmHg y sin intervención para bajar la PIO en el día de la prueba de sobrecarga hídrica. En línea de base los pacientes fueron sometidos a prueba de sobrecarga hídrica, seguida de mediciones de PIO en consultorio a intervalos regulares y estudio de campo visual.

Se comparó el valor predictivo de la prueba de sobrecarga hídrica con las mediciones en consultorio. Se observó que el pico de la prueba de sobrecarga hídrica es un factor de predicción de la progresión independiente, mientras que las mediciones de PIO en consultorio no mostraron una asociación significativa con la progresión del campo visual.

Por cada mmHG  del pico en la prueba de sobrecarga hídrica el riesgo de progresión aumentó 11%. Esto demuestra la utilidad de la prueba como método para estimar el riesgo de progresión glaucomatosa en pacientes con glaucoma abierto.

La prueba de sobrecarga hídrica comenzó a utilizarse para diagnosticar el glaucoma, pero luego se abandonó por la cantidad de falsos positivos/negativos.

Recientemente, este método se ha recomendado para: 1) evaluar la salida de humor acuoso, 2) detectar variabilidad de la PIO y 3) calcular picos de PIO en 24 horas. Algunos estudios anteriores han sugerido que los picos de PIO durante la prueba de sobrecarga hídrica podrían ser un indicador de probabilidad de progresión.

Es de destacar que aunque este estudio confirma lo observado en informes previos, con distinto diseño, en el presente se pudo mejorar la evidencia de los resultados en un estudio con diseño prospectivo. Este fue indicado por la Asociación Mundial de Glaucoma como paso necesario para validar el uso de la prueba de sobrecarga hídrica.

Además del valor predictivo, la prueba ha demostrado que los resultados son repetibles. En un estudio se demostró que todos los pacientes a los que se realizó la prueba de sobrecarga hídrica dos veces, con 3 a 6 meses de diferencia, no tuvieron cambios en el tratamiento.

Otro grupo confirmó estos resultados en pacientes con glaucoma exfoliativo, un subtipo de glaucoma con mayor variabilidad de PIO que el glaucoma de ángulo abierto. Dada la repetitividad de los picos de la prueba de sobrecarga hídrica, muchos investigadores han utilizado la prueba para evaluar la eficacia de los tratamientos medicinales, con láser y quirúrgicos.

Es de destacar que en el presente estudio, hubo una significativa correlación entre las mediciones de línea de base y los picos de PIO durante la prueba de sobrecarga hídrica. Es decir que los ojos con mayor presión en línea de base tuvieron picos más altos. En el presente caso, hay que tener en cuenta que se evaluó la relación entre línea de base y picos de PIO entre pacientes en una misma consulta.

Otro resultado interesante fue que los modelos univariable y multivariable mostraron una tendencia a incrementar la cantidad de medicación y que una peor desviación media en línea de base estuvo asociada con incremento del riesgo de progresión. Las investigaciones han demostrado que los regímenes de medicación más complicados con diversas dosis fueron más difíciles de cumplir. Asimismo, los regímenes de medicación más complejos son más frecuentes en pacientes con mayor daño y que presentan mayor riesgo de progresión.

En pocas palabras, los picos de PIO detectados durante la prueba de sobrecarga hídrica sirven para predecir la futura progresión del daño de campo visual en pacientes con glaucoma de ángulo abierto, en tratamiento, con mediciones de PIO en consultorio <18 mmHg.

Los resultados del presente estudio requieren ser validados en ensayos clínicos  en los que los resultados de pacientes no tratados o con otros niveles de PIO en línea da base seguido de prueba de sobrecarga hídrica sean comparados con los de pacientes con mediciones en consultorio únicamente. De todas formas, el presente estudio suma evidencia de utilidad sobre la prueba de sobrecarga hídrica para el manejo de glaucoma primario de ángulo abierto.

Conclusiones:

Los picos de PIO detectados mediante prueba de sobrecarga hídrica sirven para predecir la progresión futura del campo visual en pacientes con glaucoma de ángulo abierto bajo tratamiento. Esta prueba de estrés podría servir como herramienta para evaluar el riesgo en la práctica diaria.

Resumen y comentario objetivo: Dr. Martín Mocorrea