En pacientes con trastorno bipolar

El consumo de sustancias afecta la acción de la asenapina

La administración de asenapina sola o combinada con estabilizadores del estado de ánimo resultó eficaz y segura en pacientes con trastorno bipolar tipo I. La comorbilidad con el consumo de sustancias afectó la respuesta al tratamiento, salvo en relación con los síntomas depresivos

Autor/a: de Filippis S, Cuomo I, Girardi P y colaboradores

Fuente: Therapeutic Advances in Psychopharmacology 7(2):67-77, Feb 2017

Introducción y objetivos

Los pacientes con trastorno bipolar (TBP) presentan un nivel considerable de discapacidad asociado con afección psicosocial y laboral. Asimismo, las comorbilidades somáticas son frecuentes en pacientes con TBP, quienes presentan un índice de mortalidad elevado atribuido en parte al suicidio. No obstante, la mortalidad de estos pacientes también se asocia con accidentes, un estilo de vida poco saludable y abuso de sustancias.

Debido a que el TBP es una enfermedad recurrente, los pacientes presentan sintomatología duradera y requieren un tratamiento seguro. El cumplimiento de dicho tratamiento resulta fundamental, ya que la falta de cumplimiento es una de las causas más frecuentes de recaídas y recurrencias.

Existen antipsicóticos atípicos aprobados para el tratamiento de los pacientes con TBP. De hecho, el uso de antipsicóticos atípicos es la opción de primera línea para los pacientes con episodios maníacos. Además, la quetiapina y la olanzapina pueden ser de utilidad en sujetos con episodios depresivos.

La asenapina fue aprobada en Europa para el tratamiento de los adultos con episodios maníacos moderados a graves. En otros países, la droga se encuentra aprobada para utilizar en pacientes con esquizofrenia. Gracias a su perfil de acción farmacológica, la asenapina no genera cambios metabólicos significativos. La información existente indica que la droga es eficaz en pacientes con episodios agudos maníacos y mixtos. También sería útil en presencia de síntomas depresivos y para la terapia de mantenimiento. No obstante, es necesario contar con más información al respecto.

El bloqueo de los receptores dopaminérgicos es importante para lograr un efecto antipsicótico. Asimismo, es sabido que la neurotransmisión dopaminérgica está implicada en el mantenimiento de las adicciones. Hasta el momento no existen indicaciones claras para el uso de antipsicóticos atípicos en pacientes con trastornos por consumo de sustancias.

Según los resultados de un estudio, la clozapina disminuye los síntomas asociados con la dependencia de sustancias en mayor medida que la olanzapina, lo cual se debería a que la clozapina se disocia más rápidamente de los receptores D2. La asenapina no se disocia tan rápido de los receptores D2 como la clozapina. No obstante, bloquea los receptores D3 y D4, también relacionados con las adicciones.

El presente estudio naturalista se llevó a cabo con el objetivo de evaluar las diferencias de respuesta a la asenapina entre los pacientes con TBP tipo I en presencia o ausencia de comorbilidad con un trastorno por consumo de sustancias.


Pacientes y métodos

Participaron individuos adultos con TBP tipo I que recibían dosis efectivas mínimas asenapina y eran tratados en un hospital neuropsiquiátrico ubicado en Roma, Italia. El diagnóstico fue confirmado mediante la Structured Clinical Interview for DSM-IV-TR Axis I Disorders (SCID-I). Se permitió el uso concomitante de estabilizadores del ánimo y benzodiacepinas, y se ecluyeron aquellos sujetos con enfermedades neurológicas o discapacidad intelectual. Los pacientes fueron evaluados al inicio del estudio y luego de tres días, una semana, 15 días y un mes de seguimiento.

Además de recabar información clínica y sociodemográfica, los autores emplearon las escalas Hamilton Depression Rating Scale (HDRS), Hamilton Anxiety Rating Scale (HARS), 24-item Brief Psychiatric Rating Scale (BPRS), Young Mania Rating Scale (YMRS) y Global Assessment of Functioning(GAF). Además, los pacientes con trastorno por consumo de sustancias fueron evaluados mediante la Visual Analogue Scale (VAS) con el fin de conocer la intensidad del deseo de consumo.

Las diferencias de puntaje de las escalas aplicadas fueron evaluadas mediante un análisis de varianza (ANOVA), en tanto que la evaluación de los factores potenciales de confusión tuvo lugar mediante un análisis de covarianza (ANCOVA). La información categórica fue analizada mediante una prueba de chi al cuadrado. Las variables continuas se informaron en términos de media ± desviación estándar. Los análisis estadísticos se llevaron a cabo mediante el programa Statistical Package for the Social Sciences versión 19.0 (IBM SPSS).


Resultados

La administración de asenapina se asoció con una mejoría significativa del puntaje de la GAF

Participaron 119 pacientes con una edad promedio de 43.3 años, tratados con asenapina en dosis de 5 a 20 mg/día. El 47.9% de los participantes eran de sexo masculino. Los pacientes con TBP en ausencia de comorbilidad con un trastorno por consumo de sustancias presentaron una cantidad significativamente mayor de episodios índice depresivos en comparación con el grupo de quienes padecían ambos cuadros. No se hallaron diferencias entre ambos sexos en cuanto al tipo de sustancia consumida.

Ambos grupos presentaron una mejoría significativa en todas las escalas aplicadas a medida que transcurrió el tiempo. No obstante, los pacientes sin comorbilidad con trastornos por consumo de sustancias presentaron una mejoría significativamente superior ante la aplicación de la BPRS y de la YMRS. En cuanto a la HARS, los pacientes con ambos cuadros comórbidos presentaron un puntaje superior en comparación con los pacientes sin trastornos por consumo de sustancias.

La administración de asenapina se asoció con una mejoría significativa del puntaje de la GAF. No se observó una disminución significativa de las ansias de consumo en la primera oportunidad de seguimiento. En cambio, dicho parámetro disminuyó en forma significativa en las evaluaciones posteriores.

En total, 23 pacientes interrumpieron el tratamiento con asenapina debido a la aparición de efectos adversos leves como sedación e intolerancia a la anestesia sublingual. Además, el 34.8% de los abandonos del tratamiento se relacionaron con la falta de eficacia. No se registraron efectos adversos graves. Por último, la mejoría significativa asociada con la administración de asenapina no estuvo influenciada por factores potenciales de confusión como el sexo o la edad.


Discusión

De acuerdo con los resultados obtenidos, la administración de asenapina se asoció con una mejoría progresiva de los síntomas psicóticos, maníacos, depresivos y de ansiedad y con un aumento del funcionamiento global de los pacientes con TBP tipo I. Los síntomas de ansiedad y el cuadro psicopatológico en general mejoraron en mayor medida ante la administración de asenapina en pacientes sin trastornos por consumo de sustancias. No obstante, los niveles de ansiedad observados en dichos pacientes fueron inferiores en comparación con los niveles de ansiedad observados en los sujetos con ambos cuadros comórbidos.

La eficacia y la seguridad de la asenapina en pacientes con TBP fueron informadas en diferentes estudios. Entre los hallazgos a destacar se menciona que la asenapina se asocia con una tendencia inferior al aumento ponderal en comparación con la olanzapina, aunque la eficacia de ambas drogas fue similar. Los efectos antimaníacos de la asenapina fueron confirmados en un estudio de 52 semanas de duración en el cual se administró la droga en combinación con un estabilizador del estado de ánimo.

En coincidencia, en el presente estudio se confirmó la eficacia de la asenapina para disminuir los síntomas de manía y depresión al ser administrada sola o en combinación con un estabilizador del estado de ánimo. Dicho hallazgo coincidió además con un efecto ansiolítico notorio.

Se estima que la frecuencia de estados mixtos en pacientes con TBP alcanza el 40%. De acuerdo con lo informado, la asenapina tiene un nivel elevado de eficacia en pacientes con estados mixtos en comparación con otros antipsicóticos. En coincidencia, más de la mitad de los pacientes incluidos en el presente estudio presentaron estados mixtos y respondieron en forma adecuada al tratamiento con asenapina. De todos modos, la falta de un grupo control impidió la obtención de conclusiones definitivas al respecto.

Debe destacarse que la asenapina tuvo un buen perfil de seguridad y la frecuencia de abandono del tratamiento fue baja y favorable en comparación con otros antipsicóticos. En concordancia con lo esperado, la droga no generó un aumento ponderal considerable. Esto favorecería el cumplimiento del tratamiento.

De acuerdo con el ANCOVA llevado a cabo, la comorbilidad entre el TBP y los trastornos por consumo de sustancias predijo un nivel mayor de respuesta a la asenapina. Si bien es necesario contar con más estudios para corroborar este hallazgo, es posible que la asenapina sea especialmente útil en individuos con dicha comorbilidad.

Entre las limitaciones del presente estudio se destaca la ausencia de un grupo control y el período breve de seguimiento. Además, la cantidad de pacientes con cuadros mixtos fue elevada en el grupo con TBP tipo I, lo cual no coincide con la población clásica de enfermos con trastorno bipolar tipo I atendidos en la práctica clínica.


Conclusión

La administración de asenapina sola o combinada con estabilizadores del estado de ánimo resultó eficaz y segura en pacientes con TBP tipo I. El tratamiento se asoció con la mejoría de los síntomas psicóticos, maníacos, depresivos y de ansiedad y del desempeño global. La comorbilidad entre el TBP y los trastornos por consumo de sustancias influyó en forma negativa sobre el nivel de ansiedad y la respuesta al tratamiento. Es decir, el efecto de la droga fue mayor en pacientes sin trastornos por consumo de sustancias, salvo en el ámbito de los síntomas depresivos.

♦ SIIC- Sociedad Iberoamericana de Información Científica