Epidemiología, resultados e indicadores

Encefalitis en la infancia

Descripción de la epidemiología y predictores de recuperación de la encefalitis infantil.

Autor/a: Dres. Kara DuBray, Andrew Anglemyer, A. Desiree LaBeaud, Heidi Flori, Karen Bloch, Kara San Joaquín, Sharon Messenger y col

Fuente: Pediatr Infect Dis J 2013; 32: 839–844

La encefalitis pediátrica es una condición extremadamente difícil de evaluar y tratar para los médicos dada la variabilidad de presentaciones y resultados. La mayoría de los datos sobre el pronóstico se focalizan en las etiologías conocidas; sin embargo, en la mayoría de los casos no se puede identificar la infección. Muchos de los datos publicados combinan adultos y niños, lo que dificulta la interpretación.

Los resultados a largo plazo varían desde la recuperación completa a secuelas neurológicas devastadoras. De hecho, un estudio reciente sugirió que hasta el 60% de los casos pediátricos tendrán síntomas persistentes. Existen datos contradictorios respecto al valor predictivo de factores tales como la edad, las convulsiones, los estudios de neuroimágenes y el coma, contribuyendo a la dificultad de proporcionar a las familias información precisa sobre el pronóstico.

En el presente estudio, utilizando datos del Proyecto de Encefalitis de California (PEC) y del Hospital de Niños y Centro de Investigación de Oakland (HNCIO), se describe una cohorte de casos de encefalitis pediátrica durante un período de 12 años, su espectro de recuperación y la evaluación de predictores para un resultado favorable.

Métodos

Análisis Primario
En este estudio de cohorte retrospectivo, se recogieron los datos del PEC de los pacientes hospitalizados en el HNCIO desde el 1 de enero de 1998 al 30 de junio de 2010. El PEC ha sido descripto en estudios previos. Brevemente, el PEC se inició en 1998 con el propósito de identificar los agentes etiológicos y determinar las características clínicas y epidemiológicas asociadas a la encefalitis.

Los pacientes enrolados debían cumplir con una "definición de caso" de encefalitis definida como encefalopatía (nivel deprimido o alterado de la conciencia, letargo o cambio de personalidad) o ataxia de > 24 horas de evolución con ≥ 1 de las siguientes características: fiebre, convulsiones, hallazgos neurológicos focales, electroencefalograma o hallazgos de neuroimágenes consistentes con encefalitis.

Los datos demográficos, clínicos, de laboratorio y de neuroimágenes fueron recogidos por el PEC a través de las historias clínicas enviadas por médicos de referencia e introducidos en una base de datos segura. No se recogieron sistemáticamente datos de los resultados. La junta de revisión institucional del HNCIO aprobó este estudio.

El HNCIO es un hospital de tercer nivel con 191 camas, 23 en la unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP) y 18 en el centro de rehabilitación, y es el único hospital infantil independiente en el norte de California. El HNCIO ha trabajado en estrecha colaboración con el PEC desde su creación.

Se revisó la información de la base de datos del PEC, y los datos faltantes, así como los resultados, se obtuvieron mediante la revisión de los registros médicos del HNCIO para la hospitalización inicial y para cualquier consulta de seguimiento posterior. Este estudio se centró en niños del HNCIO previamente referidos al PEC y que eran mayores de 3 meses e inmunocompetentes, y según el protocolo del PEC sin malignidad, trastornos psiquiátricos, trastornos neurológicos o infección por VIH preexistentes.

Para considerar las discapacidades físicas y cognitivas, se utilizaron 2 escalas de resultado primarias: la Escala de Categoría de Rendimiento Cerebral Pediátrico (CRCP) y/o la Escala de Categoría de Rendimiento Total en Pediatría (CRTP) (para una descripción de estas escalas, ver http://links.lww.com/INF/B527). La CRCP se centra en las alteraciones cognitivas, mientras que la CRTP da cuenta del déficit físico.

La CRCP y la CRTP han sido validadas en estudios previos como medidas de resultado útiles para los pacientes pediátricos al momento del alta de la UCIP pero no son específicas para los pacientes con encefalitis. Ambas escalas clasifican a los pacientes en 1 de 6 categorías principales, incluyendo "normal", "discapacidad leve", "discapacidad moderada", "discapacidad severa", "coma o estado vegetativo" y "muerte cerebral".

Si las puntuaciones en las 2 escalas diferían, se utilizó la puntuación más baja. El resultado primario fue registrado al alta, definiendo "recuperación" como "normal" o "déficit leve" en cada escala. Los pacientes que tenían más que déficits leves en ambas escalas al alta se consideraron como con "recuperación incompleta”. "Aunque el resultado primario fue registrado al alta, los resultados también fueron evaluados a los 7-10 días después de la admisión y 3 y 12 meses después del alta. Se realizó un análisis de sensibilidad solo entre los pacientes que no fueron derivados antes del alta.

Cohorte de validación de predictores
Se obtuvieron datos de todos los pacientes pediátricos derivados al Estudio de Encefalitis Inexplicada de Tennessee (EEIT) y este se utilizó como cohorte de validación. El EEIT es un proyecto comparable al PEC con metas y fuentes de financiación similares. Los casos de encefalitis fueron referidos prospectivamente en todo el estado de Tennessee desde el 2000 al 2010.

La definición de caso de encefalitis es similar a la utilizada en el PEC, aunque sólo los pacientes severamente inmunocomprometidos fueron excluidos. Los datos de los resultados se recogen de forma rutinaria prospectivamente a través de una encuesta por correo completada por los pacientes o familiares a los 3, 6 y 12 meses después del enrolamiento. No se recogen datos al alta. El sistema de puntuación de la evaluación utilizado por el proyecto es la Escala de Resultados de Glasgow (para una descripción de la Escala de Resultados de Glasgow adaptada utilizada, que tiene una escala ordinal similar a CRCP/CRTP, consulte http://links.lww.com/INF/B528).

Análisis estadístico
Los resultados se dicotomizaron en "recuperación" y "recuperación incompleta". Las variables de predicción incluyeron factores descriptos en la literatura y que a priori se consideraron que influyen en los resultados, como la edad, la raza/etnia, características clínicas (incluyendo convulsiones, ataxia y coma), estudios de neuroimágenes, valores de laboratorio, intubación y e ingreso en la UCIP.

Se utilizó regresión logística para identificar predictores asociados con la recuperación. Es decir, se utilizó un proceso de selección de covariables con propósito. Utilizando la prueba de Wald y un valor de punto de corte de P < 0,20, se identificaron covariables con una prueba bivariada significativa. Estas variables fueron luego estudiadas más a fondo en un análisis multivariado mediante técnicas de modelo escalonado.

Las covariables se eliminaron ante la pérdida de la significación estadística (P <0,10), y se determinó que una variable no era confusora a través de su efecto sobre otros parámetros en los modelos. Además, se calculó el pseudo R2 de tal manera que la proporción informada fuera una estimación de la variabilidad total de los resultados (recuperación) explicados por el modelo. Técnicas similares se utilizaron en el análisis de validación de la cohorte. Los datos fueron analizados utilizando R versión 2.15.1. (Viena, Austria).

Resultados

Demografía y características clínicas del HNCIO
Trescientos cinco pacientes fueron remitidos al PEC desde el HNCIO durante el período de tiempo especificado. De ellos, 190 pacientes cumplieron los criterios de inclusión y tuvieron resultados evaluables al alta.

La mayoría de los pacientes (n=170) eran mayores de 12 meses (89,5%), del sexo masculino (n=105; 55,3%), hispanos (n=62, 32,6%) o blancos (n=53; 27,9%). Los asiáticos (n = 34) y los de raza negra (n = 28) representaron el 17,9% y 14,7% de los pacientes, respectivamente.

Clínicamente, casi la mitad de los pacientes se presentaron con convulsiones (n=94; 49,5%) y 22 (11,6%) con convulsiones intratables. Otros síntomas presentados incluyeron fiebre (n=143, 75,3%), ataxia (n=79; 41,6%), cambio de personalidad (n=43; 22,6%), alucinaciones (n=11, 5,8%) y trastornos del movimiento (n=29; 15,3%). La mayoría de los pacientes tenía un puntaje inicial en la Escala de Coma de Glasgow (ECG) de 7 o más (n=151, 79,5%). Treinta y siete pacientes (19,5%) recibieron inmunoglobulina intravenosa y 68 (35,8%) recibieron esteroides.

La mediana de estadía hospitalaria fue de 9 días (rango intercuartil 4-25) con 73 pacientes (38,4%) que requirieron rehabilitación intrahospitalaria. Los resultados de las pruebas de laboratorio a menudo mostraron pleocitosis mínima (91 pacientes [47,9%] con < 10 leucocitos/mm3 en el líquido cefalorraquídeo). Entre los pacientes que recibieron pruebas de neuroimágenes, la mayoría tuvo un electroencefalograma y/o imágenes por resonancia magnética (RMN) anormales (n=104; 75,9% y n=84; 53,5%, respectivamente).

Etiologías del HNCIO
Los autores no analizaron las causas individuales como predictores debido a los pequeños números de cada etiología conocida y a la dificultad en atribuir causalidad a patógenos descubiertos fuera del sistema nervioso central. No se identificó etiología en 93 (48,9%) pacientes.

De las etiologías infecciosas confirmadas (n = 19), el enterovirus fue el más común (n=6; 31,6%), mientras que el micoplasma fue el más común entre las posibles etiologías infecciosas (n=21; 11,1%) (Para obtener una lista de las etiologías infecciosas, consultar http://links.lww.com/INF/B529).

Las definiciones de etiología confirmada, probable y posible han sido descriptas previamente. De las etiologías no infecciosas conocidas (n=26), la encefalitis relacionada con el receptor anti-N-metil-D-aspartato fue la más común (n=7; 26,9%) (Para obtener una lista de las causas no infecciosas, consultar http://links.lww.com/INF/B530).

Los niños con etiología infecciosa confirmada, probable o posible tuvieron mayores probabilidades no significativas de recuperación que los niños sin una etiología infecciosa confirmada, probable o posible (odds ratio =1,16; intervalo de confianza del 95%: 0,62 - 2,19; P = 0,64). Los niños con etiología infecciosa confirmada también tuvieron una mayor probabilidad no significativa de recuperación que los niños sin etiología infecciosa confirmada (odds ratio = 1,15; IC 95%: 0,43 - 3,38; P = 0,79).

Resultado Principal del HNCIO: Recuperación al alta
De 190 pacientes con resultados al alta, 128 (67,4%) se recuperaron, mientras que 62 (32,6%) tuvieron una recuperación incompleta. Setenta y un pacientes (37,4%) se consideraron como "normales", mientras que 57 (30%) tuvieron déficits leves.

Treinta y dos pacientes (16,8%) tenían  discapacidades moderadas, 13 deficiencias graves (6,8%), 4 (2,1%) estaban en estado vegetativo y 13 fallecieron (6,8%). Los déficits residuales entre el grupo con recuperación incompleta variaron de hemiplejía leve a dependencia completa para todas las actividades diarias. Veintinueve pacientes (22,7%) en el grupo "recuperado" y 19 pacientes (30,6%) en el grupo de "recuperación incompleta" requirieron antiepilépticos al alta.

Resultados secundarios del HNCIO: Recuperación en otros puntos de tiempo
Los resultados estuvieron disponibles para 189 pacientes a los 7-10 días después de la admisión y para 180 y 174 pacientes a los 3 y 12 meses después del alta, respectivamente. A los 7-10 días después de la admisión, 102 pacientes (54,0%) se habían recuperado completamente o tenían sólo déficits leves. Esto representa el 79,7% de todos los pacientes que se recuperaron al alta (102/128).

A los 3 meses después del alta un adicional de 10 pacientes se habían recuperado (n=138), aunque no se recuperaron más pacientes a los 12 meses posteriores al alta. En general, a los 12 meses posteriores al alta 138 pacientes se habían recuperado (79% de todos los pacientes con resultados disponibles). Un adicional de 4 pacientes fallecieron 12 meses después del alta (muertes totales = 17; 9,8%). Cuarenta y cuatro pacientes (89,8%) de los 49 que estaban vivos y no recuperados al alta tuvieron seguimiento 12 meses después del alta. Después de 12 meses, 1 paciente adicional se recuperó.

Análisis multivariable del HNCIO
Dentro de la cohorte del HNCIO, los autores identificaron factores que estaban potencialmente asociados (P < 0,20) con un resultado favorable al alta, y que fueron considerados en el análisis multivariable. Algunos de los factores sospechosos (P < 0,10) que fueron explorados con más detalle en el modelo multivariable incluyeron razas de Asia/Islas del Pacífico (AIP), convulsiones, trastornos del movimiento, admisión en la unidad de cuidados intensivos, necesidad de intubación, ECG ≥ 7, pleocitosis ≥ 10 y resonancia magnética/tomografía computarizada normales.

Aunque se presentan datos sobre las variables de tratamiento, como la inmunoglobulina intravenosa y los esteroides en el análisis bivariado, cabe señalar que el tiempo de la medicación no pudo ser controlado y que los pacientes más enfermos a menudo recibieron estos tratamientos al final del curso clínico. Dado este sesgo conocido, no se incluyeron estos factores en el análisis multivariable.

Después de ajustar por todas las variables, los predictores de recuperación estadísticamente significativos incluyeron estudios de neuroimágenes normales (odds ratio ajustado [ORa] = 2,54, P = 0,008) y ECG ≥ 7(ORa = 5,82, P <0,001), mientras que la raza AIP produjo un peor pronóstico en comparación con otros grupos étnicos/raciales (ORa = 0,43, p = 0,046).

La raza AIP, las neuroimágenes normales y una ECG ≥ 7 se mantuvieron consistentemente significativas en los modelos multivariables no sólo al momento del alta sino también en todos los otros puntos de tiempo estudiados. Las probabilidades de recuperación en el tiempo desde el alta hasta los 12 meses aumentaron en los pacientes con neuroimágenes normales y ECG ≥ 7, pero disminuyeron para los pacientes AIP.

Los pacientes AIP fueron 71% menos propensos a recuperarse a los 12 meses después del alta en comparación con otras razas (P = 0,017). Los autores también desarrollaron modelos de regresión logística utilizando sólo los pacientes del HNCIO no trasladados (para una descripción de los modelos multivariables, consultar http://links.lww.com/INF/B531). No se observaron cambios significativos en las estimaciones puntuales o en la variabilidad de los parámetros de interés en este análisis de sensibilidad.

Resultados del EEIT: Recuperación en los puntos de tiempo de 3, 6 y 12 meses
En la cohorte de validación de Tennessee (EEIT), los resultados de los pacientes estuvieron disponibles a los 3, 6 y 12 meses. No hubo datos disponibles al momento del alta (para los datos de referencia completos del EEIT, incluyendo las características demográficas y clínicas de la población de estudio, consultar a http://links.lww.com/INF/B532).

Los resultados estuvieron disponibles para 159 pacientes 3 meses después del alta y para 147 y 132 pacientes a los 6 y 12 meses después del alta, respectivamente. A los 3 meses después del alta, 101 pacientes (63,5%) se habían recuperado completamente o tenían sólo déficits leves. Entre los pacientes con datos disponibles a los 6 y 12 meses después del alta, la proporción de pacientes que se recuperaron completamente o que sólo tuvieron déficits leves fue similar (63,9% y 62,9%, respectivamente).

Análisis multivariable del EEIT
En todos los puntos de tiempo, los pacientes con neuroimágenes normales tuvieron más probabilidades de recuperarse que los pacientes con una exploración anormal. A los 12 meses después del alta, los pacientes con neuroimágenes normales tuvieron una probabilidad 7 veces mayor de recuperarse que los pacientes con neuroimágenes anormales (ORa = 7,28, P < 0,001).

Los pacientes con convulsiones en la presentación fueron casi 70% menos propensos a recuperarse hacia los 12 meses que los pacientes sin convulsiones (ORa = 0,32, P = 0,044). Los pacientes con una ECG ≥ 7 tuvieron una probabilidad 4 veces mayor de recuperarse a los 12 meses que los pacientes con una ECG < 7 (ORa = 4,31, P = 0,005).

Debido al pequeño número de pacientes AIP dentro de los datos del EEIT, este predictor no pudo ser validado. La cantidad de variabilidad del resultado explicada por las variables incluidas en los modelos (tal como se determinó por el seudo R2) fue similar entre los conjuntos de datos (por ejemplo, a los 12 meses posteriores al alta 0,34 y 0,35 en los datos del HNCIO y del EEIT, respectivamente).

Discusión

La encefalitis infantil sigue siendo un diagnóstico pobremente comprendido y a menudo devastador que sigue frustrando a las familias y a los médicos por igual. Aunque los efectos físicos y psicológicos de la encefalitis son evidentes, la carga económica es también impresionante, con un costo promedio de hospitalización por paciente cercano a los $ 200.000 (datos no publicados).

Este estudio amplía la literatura existente mediante la evaluación de variables demográficas, clínicas y radiográficas recogidas prospectivamente y su vinculación  con medidas de resultado estandarizadas. Además de otros predictores, los autores trataron de estudiar más a fondo el papel de la raza/etnia en cuanto a los resultados.

Las tasas de mortalidad reportadas para la encefalitis varían del 3% al 15%, con discapacidad a largo plazo ocurriendo en hasta el 60%. La edad más joven, las convulsiones, los signos neurológicos focales, una menor ECG y los resultados anormales en las neuroimágenes son algunos de los factores que han sido previamente reportados como predictivos de peores resultados.

Un reciente seguimiento de los resultados de la encefalitis en niños halló que la mayoría de los niños que se recuperaron completamente lo hicieron dentro de los 6-12 meses. La mayoría de los pacientes en este estudio se recuperaron en los primeros 3 meses, con casi el 70% de los pacientes recuperados al alta y una mortalidad general de cerca del 10%. Esto es similar a un estudio reciente de Mailles que mostró que el 61% de los pacientes con encefalitis tuvieron una recuperación favorable a largo plazo con una mortalidad del 5%.
 
Curiosamente, en este estudio de niños y adultos, los niños tuvieron con más frecuencia resultados favorables.

La discrepancia en los déficits residuales (sólo el 30% de los pacientes con "recuperación incompleta" frente a casi el 60% en otro estudio pediátrico reciente) puede atribuirse a diferentes definiciones de recuperación. Los autores utilizaron la CRCP y la CRTP, que han sido validadas como medidas de resultado en los niños al alta de la UCIP. Estas escalas proporcionan una visión general del bienestar físico y los déficits cognitivos, pero no son lo suficientemente detalladas para tener en cuenta discapacidades específicas.

En contraste, los cuestionarios posteriores a la hospitalización discriminan síntomas tales como sensibilidad al ruido, falta de concentración y depresión. Aunque estas encuestas telefónicas evalúan déficits sutiles, el sesgo de recuerdo puede afectar los resultados. Mediante revisión de las historias clínicas, este estudio basó su puntuación de resultados en exámenes documentados por los médicos para evitar este sesgo potencial; sin embargo, los resultados se vieron limitados por la documentación disponible.

Los déficits leves se consideraron como un resultado favorable en este estudio, aunque esta es una evaluación subjetiva. Del 67,4% de los pacientes que se "recuperaron" al alta, el 30% tuvo un déficit "leve" mientras que el resto tuvo una recuperación "completa". Es probable que estas cifras subestimen las alteraciones residuales causadas por la encefalitis.

Los déficits leves, ya sea trastornos del aprendizaje o impedimentos físicos, pueden afectar profundamente la vida de un niño. Por desgracia, la determinación del impacto de los déficits leves y la evolución de estos déficits con el tiempo se limitó en este estudio retrospectivo. Incluso los pacientes considerados como con recuperación completa pudieron haber tenido discapacidades leves no apreciadas por las evaluaciones generales.

La prevalencia basal de condiciones tales como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad y los problemas de aprendizaje en la población general también hace que los efectos de la encefalitis en un paciente individual sean difíciles de determinar. Curiosamente, la mayoría de los pacientes se recuperaron a los 3 meses después del alta, lo que es similar a un estudio del 2010 que sugirió que la mayoría de los pacientes que se recuperan lo hacen dentro del año.

Los resultados del presente estudio son similares a los demás al mostrar a las neuroimágenes y a la ECG inicial como predictores útiles. Una ECG baja, por ejemplo, se ha relacionado con peores resultados en varios estudios. Un estudio halló que la ECG es predictiva sólo si es < 6, mientras que otro mostró que el estado comatoso inicial está asociado con un peor resultado. 

Los autores utilizaron la ECG al ingreso en lugar de la ECG más baja durante la hospitalización dado que muchos pacientes recibieron antiepilépticos que pueden haber afectado el nivel de conciencia. No es sorprendente que la ECG baja pudiera estar asociada con un peor pronóstico, pero una ECG ≥ 7 en la presentación se asoció fuertemente con mejores resultados. Los pacientes con una puntuación más alta (≥ 7) tuvieron una probabilidad casi 12  veces mayor de recuperación 1 año después del alta que los pacientes con puntuaciones más bajas, lo que sugiere que esto puede ser un complemento útil para ayudar a determinar el curso clínico.

Diversos estudios centrados en niños han demostrado que los estudios de neuroimágenes anormales pueden ser predictivos de resultados. Wang y col. hallaron que sólo los niños con hiperintensidad focal del parénquima en la RMN fueron más propensos a tener resultados adversos, mientras que un estudio realizado por Klein y col. mostró que cualquier estudio de neuroimagen anormal inicial puede ser predictivo.

Los autores no tuvieron en cuenta los hallazgos específicos en las neuroimágenes en este estudio, aunque sospecharon que las anomalías focales son probablemente un indicador de etiologías conocidas por estar asociadas con un peor resultado, como el enterovirus 71 y el virus del herpes simplex. Aunque una exploración normal puede ser útil en la predicción del resultado, así como con la ECG, este hallazgo debe ser utilizado en conjunción con otros predictores.

Es alentador que la validación de estos resultados mediante la cohorte EEIT, un estudio similar llevado a cabo en una región geográficamente distintiva, confirmó la misma asociación de la ECG y los estudios de neuroimágenes con los resultados.

Las convulsiones se han asociado inconsistentemente con peores resultados y no tuvieron un valor predictivo significativo entre esta cohorte. Por el contrario, los datos de la cohorte del EEIT mostraron que los pacientes con convulsiones tuvieron casi un 70% menos de probabilidades de recuperarse. Varios investigadores han sugerido que las convulsiones múltiples, los estados epilépticos o las convulsiones que ocurren más temprano en el curso clínico pueden ser más predictivos.

Entre la cohorte HNCIO, hubo una asociación límite significativa entre las crisis convulsivas y las probabilidades de recuperación, pero esta variable no mantuvo su significancia en el modelo multivariable. La razón para la diferencia entre las 2 cohortes no está clara. Una de las razones para la falta de significación entre los pacientes HNCIO puede ser la superposición de los que se presentan con convulsiones febriles complejas y un estado post-ictal prolongado, y los que tienen una verdadera encefalitis, con los primeros teniendo un pronóstico más favorable.

Para el conocimiento de los autores, este estudio es único en la asociación de la raza AIP con el resultado, aunque algunos estudios procedentes de Japón y China han observado tasas más altas de encefalopatía asociada a influenza y un curso más fulminante en niños en comparación con los estudios de EE.UU. Un estudio reciente de EE.UU. que observó las complicaciones neurológicas fatales o con requerimiento de unidad de cuidados intensivos del H1N1 del 2009 también identificó un número desproporcionado de pacientes pediátricos AIP con encefalitis relacionada con la gripe.

Entre pacientes japoneses, se han propuesto factores genéticos incluyendo la presencia de un gen termolábil que conduce a la disfunción mitocondrial y a la encefalopatía. Se desconoce si este mecanismo puede ser aplicable a esta cohorte de pacientes.

Se reconocen varias limitaciones en el presente estudio. Los pacientes se incluyeron en base a  los síntomas aparentes en la admisión, no en base al diagnóstico de alta. La definición de caso de encefalitis es amplia, y aunque los autores trataron de incluir sólo a pacientes con "verdadera" encefalitis, incluso los pacientes que cumplían la definición de caso pudieron haber tenido otros diagnósticos finales. Por ejemplo, algunos pacientes pueden haber tenido en última instancia condiciones asociadas con un mejor pronóstico (por ejemplo, ataxia cerebelosa), mientras que otros pueden haber tenido condiciones asociadas a un peor pronóstico (por ejemplo, esclerosis múltiple).

Además, no se revisaron los hallazgos específicos de la tomografía computarizada y de la resonancia magnética, por lo que no está claro en qué medida ciertas lesiones pudieron haber afectado los resultados. El impacto de determinadas intervenciones como la inmunoglobulina intravenosa y los esteroides es también un área de interés; sin embargo, estos datos no pudieron ser analizados en el análisis multivariable porque estas medicaciones no se administraron de acuerdo con un protocolo estandarizado. Muchos pacientes reciben estos tratamientos después de que otras medidas han fracasado por lo que es difícil medir con precisión su utilidad.

Por otra parte, la significancia de las etiologías individuales no pudo ser evaluada debido a los pocos patógenos confirmados. Es notable que los pacientes con etiologías infecciosas hayan tenido una tendencia hacia un mejor pronóstico. Aunque esto no fue significativo, los datos no publicados del estudio EEIT mostraron una tendencia similar. La evaluación del receptor anti-N-metil-D-aspartato comenzó en el 2007; sin embargo, los casos previos al 2007 fueron enviados retrospectivamente para su análisis si el cuadro clínico parecía ser consistente con esta etiología. Los autores descubrieron 3 casos adicionales mediante esta evaluación, haciendo de ésta una de las etiologías más comunes en esta cohorte.

Por desgracia, el hallazgo intrigante de la asociación entre la raza AIP con peores resultados no pudo ser validado, dada la diferencia en la demografía dentro de los datos del EEIT, pero merece mayor estudio.

Comentario: La encefalitis en pacientes pediátricos en una condición de difícil evaluación y tratamiento debido a su diversidad de manifestaciones. En el presente estudio se destacan como predictores útiles de resultados para esta patología a los hallazgos iniciales en las neuroimágenes y al valor inicial en la Escala de Coma de Glasgow. Se requieren nuevos estudios que identifiquen nuevos predictores diagnósticos y de evolución a fin de lograr un mejor manejo de este cuadro clínico.

♦ Resumen y comentario objetivo: Dra. María Eugenia Noguerol