Estudio NAHANES

Cada vez menos hábitos saludables: EEUU, 1988-2006

La adherencia a los hábitos saludables se redujo durante los últimos 18 años incluso entre enfermos cardiovasculares.

Autor/a: Dres. King DE, Mainous III AG, Carnemolla M, et al.

Fuente: The American Journal of Medicine 2009;122:528-534.

Introducción

El riesgo de enfermedad cardiovascular y de mortalidad de cualquier causa depende en gran parte del tipo de hábitos de vida que adopte una persona. Existe abundante evidencia de que un hábito de vida que combina una alimentación adecuada, actividad física regular y evitando el exceso de alcohol y el tabaquismo, reduce el riesgo de complicaciones cardiovasculares.

Dos grandes estudios como el The Nurses Health Study y el Health Professionals Follow-Up Study confirmaron estas evidencias.

Los autores de esta investigación se basan sobre los datos del National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES) 1988-1994 y 2001-2006, con el objeto de averiguar el grado de adherencia de la población a los hábitos de vida saludables.

Métodos

El estudio abarcó una población de adultos de 40-74 años de edad durante el NHANES III 1988-1994 (alrededor de 40.000 personas) y el de 2001-2006 que es un sondeo bianual continuado.

Determinaciones. Los participantes fueron sometidos a los siguientes estudios:

  • Índice de masa corporal (IMC).
  • Consumo de alcohol y de tabaco.
  • Cuestionario de alimentación (Food Frequency Questionnaire) de 124 ítems para evaluar la cantidad y calidad de los alimentos consumidos por cada participante.
  • Grado semanal de actividad física.

Resultados

En los últimos 16 años se observaron los siguientes cambios:

  • El IMC ≥ 30 kg/m2 aumentó del 28% al 36% (P < 0,05).
  • La actividad física (12 veces al mes o más) se redujo del 53% al 43% (P < 0,05).
  • No se observaron variaciones en la tasa de tabaquismo (26,9% a 26,1%).
  • El consumo de 5 o más frutas y verduras por día se redujo del 42% al 26% (P < 0,05).
  • El consumo de alcohol aumentó del 40% al 52% (P < 0,05).
  • El grado de adherencia a todos los hábitos saludables en su conjunto se redujo del 15% al 8% (P < 0,05).

En varias áreas los hábitos saludables se redujeron más en los hombres que en las mujeres.

Las personas con enfermedad cardiovascular, diabetes e hipertensión fueron evaluadas para determinar si tenían adherencia a hábitos saludables en mayor o menor extensión que las personas sin estas afecciones. Se observó que la frecuencia de estas afecciones aumentó desde el período 1988-1994 al período 2001-2006 (Tabla 1).

Tabla 1. Prevalencia de las enfermedades cardiovasculares y de los factores de riesgo en el NHANES III 1988-1994 y el NHANES III 2001-2006 (valores en porcentajes)

Afección

NHANES III 1988-1994

NHANES III 2001-2006

Enfermedad cardiovascular8,110,4
Diabetes7,910,5
Hipertensión33,037,1
Dislipemia30,237,7

La adherencia a los hábitos saludables disminuyó a lo largo del tiempo en las personas con estos factores de riesgo, pero también en las personas sin factores de riesgo ni enfermedades se observó una reducción de los hábitos saludables de vida. En ambos casos, la diferencia fue significativa.  

Discusión

La adherencia a los hábitos de vida saludables se redujo durante los últimos 18 años y la adherencia al conjunto de hábitos saludables se redujo en forma significativa del 15% al 8%. En los hombres, esta tendencia fue más acentuada que en las mujeres. Además, resulta preocupante que las personas con factores de riesgo o enfermedad cardiovascular no tuvieron mayor adherencia a los hábitos de vida saludables que las personas sanas y sin factores de riesgo. Por eso no llama la atención que la prevalencia de diabetes, hipertensión, obesidad y enfermedad cardiovascular haya aumentado desde el período 1988-1994, máxime teniendo en cuenta que estas condiciones están fuertemente ligadas a la calidad de los hábitos de vida.

Por otra parte, las tendencias indican un empeoramiento de la calidad de vida relacionada con la salud. La inactividad física, el tabaquismo y la obesidad están estrechamente ligados con la depresión y con una mala calidad de vida. Por el contrario, una mayor adherencia a los hábitos saludables se asocia con una mejor calidad de vida.

Una razón por la cual existe una menor adherencia a los hábitos de vida saludables entre los hombres, se debería a un menor cumplimiento de las recomendaciones dadas por los profesionales de la salud.

Los resultados de este sondeo demuestran que los sistemas actuales de prevención de enfermedades y las recomendaciones sobre hábitos de vida saludables son insuficientes.

Las consecuencias de esta reducción en los hábitos de vida saludables serán un aumento de los factores de riesgo, de las enfermedades cardiovasculares y de la morbimortalidad, con el consiguiente aumento en los costos de salud.

Este estudio tiene limitaciones dadas por el carácter subjetivo de la información sobre la frecuencia e intensidad del ejercicio físico y los hábitos alimentarios, pero la gran masa de población estudiada y lo exhaustivo de los cuestionarios minimizan considerablemente el margen de error.

¿Qué acciones se necesitan para contrarrestar esta disminución en los hábitos de vida saludables en personas adultas en un momento de sus vidas en que hay mayor vulnerabilidad hacia las enfermedades cardiovasculares?

Un estudio reciente que utilizó el modelo Arquímedes para evaluar el impacto que podía tener una modificación saludable de las actividades sobre la morbimortalidad cardiovascular y los costos mostró que el 78% de los adultos entre 20 y 80 años de edad son candidatos para adoptar hábitos de vida saludables.

Si se cumplen estos hábitos se calcula que se reduciría el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular en un 63% y 31%, respectivamente.

El presente estudio muestra que la adherencia a los hábitos de vida saludables en una población de 40-74 años de edad, no sólo es baja sino que además se redujo en los últimos 18 años. Estos resultados deben generar nuevas motivaciones para aumentar la difusión y las recomendaciones de los hábitos de vida saludables en la población.

♦ Comentario y resumen objetivo: Dr. Ricardo Ferreira