Experiencias prenatales

Los Sentidos Fetales

El útero materno es un ambiente óptimo, estimulante, e interactivo para el desarrollo humano. La actividad nunca cesa y el feto no está nunca aislado.

Autor/a: Dra. Alicia M. Lapidus *

Indice
1. Audición y visión
2. Los sentidos en Acción
3. Desarrollo
4. Bibliografía

El oído

Aunque series concéntricas de barreras atenúan y aíslan al feto del mundo exterior (el líquido amniótico, las membranas amnióticas y el abdomen materno), el feto vive en una estimulante variedad de sonidos, vibraciones y movimientos. Muchos estudios han confirmado que las voces llegan hasta el útero, más que siendo sobrepasado por los sonidos de fondo creados por la madre y la placenta. Patrones de entonación y grado, stress, y ritmo, como también la música, llegan al feto sin mayor distorsión. La voz materna es particularmente poderosa porque es transmitida al útero a través del propio cuerpo, llegando al feto más fuerte que los sonidos exteriores (Busnel, Garnier-Deferre, y Lecanuet 1992).

Los sonidos tienen un sorprendente impacto sobre la frecuencia cardiaca fetal: un estimulo de cinco segundos pueden causar cambios en la frecuencia cardiaca y los movimientos pueden durar una hora. Algunos sonidos musicales pueden causar cambios en el metabolismo. "Brahms Lullybe", por ejemplo tocado seis veces diarias durante cinco minutos en la nursery de bebes prematuros produce ganancias ponderales más rápidas que los sonidos de las voces tocadas de la misma manera (Chapman, 1975). Investigadores en Belfast han demostrado respuesta al escuchar al comenzar la 16ª semana (e.g), dos meses más temprano que se había creído. Estos investigadores trabajando con 400 fetos, emitieron un pulso puro a 250-500 Hz y encontraron respuestas de conducta a las 16 semanas (e.g) (Shahidullah y Hepper, 1992). Esto es especialmente significativo porque el escuchar comienza ocho semanas antes que la estructura del oído esté completa, o sea  a las 24 semanas.

Estos hallazgos indican lo complejo de la audición, apoyando a la idea que el oír comienza con el armado de la piel y el esqueleto, siendo la piel un órgano multirreceptor, integrando entradas de vibraciones, termorreceptores y del dolor. Este sistema es después amplificado con información vestibular y coclear cuando esté disponible. Con la respuesta al escuchar demostrada a las 16ª semanas, la audición es un canal de información mayor trabajando 24 semanas previas al nacimiento.

Desarrollo de la Visión

La visión probablemente nuestro más dominante sentido después del nacimiento, evoluciona permanentemente durante la gestación pero de formas que son difíciles de estudiar. Sin embargo al momento del nacimiento la visión está perfectamente enfocada a una distancia de 8 a 12 pulgadas, que es la distancia de la cara de la madre cuando ella alimenta  con el pecho. Revisiones técnicas revelan cuan extraordinaria es la visión en los primeros momentos de la vida (Salapatek y Cohen, 1987).

Aunque evaluar la visión intrautero no ha sido posible, se puede aprender evaluando a los bebes prematuros. Cuando evaluamos  a bebés de 28 a 34 semanas (edad gestacional) para el foco visual en sentido horizontal y vertical, generalmente se pueden demostrar sus habilidades alrededor de las 31-32 semanas (edad gestacional). Las habilidades aumentan rápidamente con la experiencia de tal modo que para las 33-34 semanas también en todas las direcciones, la atención visual se equipara con la de bebes de 40 semanas (edad gestacional). Los recién nacidos de termino poseen importantes recursos visuales incluyendo agudeza, sensibilidad al contraste, refracción y acomodación, visión espacial, función binocular, distancia y profundidad de la percepción, visión color, y sensibilidad al parpadeo y patrones de movimiento (Atkins y Braddick 1982). Sus ojos registran el ambiente, noche y día, mostrando curiosidad y percepción de las formas básicas sin necesidad de mucha practica (Slater, Mattock, Brown, y Gavin (1991).

En el útero los parpados permanecen cerrados hasta la 26ª semana. Sin embargo el feto es sensible a la luz, respondiendo a la luz con aceleraciones de la frecuencia cardiaca  a las proyecciones de luz al abdomen. Esto puede servir como forma de evaluar la salud fetal antes del nacimiento. Aunque no puede ser fácilmente explicado, los nonatos con sus parpados todavía fusionados parecieran poder usar alguna forma de visión para detectar  la localización de una aguja que haya entrado en el útero, ya sea encogiéndose y alejándose de ella o atacando a la aguja con un puño (Birnholz, Stephens, Faria, 1978). Del mismo modo a las 20 semanas (edad gestacional), los mellizos en el útero no tienen problemas localizándose y tocarse las caras o tomándose las manos.