Antagonistas del calcio

Efectos pleiotrópicos de los antagonistas del calcio

Se describen en este artículo una serie de propiedades que poseen loa antagonistas del calcio que permiten explicar los resultados de los grandes ensayos clínicos para el tratamiento de la hipertensión arterial y la insuficiencia coronaria.

Ciertos fármacos originariamente diseñados para un tratamiento específico, demostraron poseer otras acciones altamente beneficiosas a través de mecanismos independientes. Esto pasó con las estatinas que regularizan eficazmente el perfil lipídico inhibiendo la HMG coenzima A reductasa. Luego se le encontraron diversas acciones favorables sobre la función endotelial que dependían casi en su totalidad de la capacidad de las estatinas de proteger y aumentar la expresión de óxido nítrico.

En este artículo, el Dr. Esper describe los otros efectos de los antagonistas del calcio. Estos fármacos fueron originalmente concebidos para el tratamiento de las arritmias y la angina de pecho crónica estable. Luego se observó su beneficio en la hipertensión arterial, la cardiopatía isquémica y la insuficiencia aórtica crónica, para mencionar los más importantes.

Introducción

Los antagonistas del calcio (AC) constituyen un grupo de diferentes moléculas que poseen como efecto común el bloqueo de la subunidad a1c de los canales lentos del calcio de tipo L dependientes del voltaje. Los tres tipos básicos de AC son:

· Fenilalquilamínicos (verapamilo)

· Benzodiazepínicos (diltiazem)

· Dihidropiridínicos (nifedipina)

Los AC dhidropiridínicos son en su mayoría liposolubles y eléctricamente neutros, por lo que pueden atravesar la membrana celular. Este tipo de AC, entre los que se destaca la amlodipina de última generación, son los que poseen mayores efectos pleiotrópicos.

Acción antioxidante

Los estudios in vitro demostraron que los AC poseen acción antioxidante la cual es dosis dependiente. En este aspecto la mayor acción la posee la amlodipina. Esta capacidad es independiente del bloqueo de los canales L y se debe en gran parte a la afinidad por las estructuras lipídicas de la membrana celular a las cuales protege del mecanismo de lipoperoxidación ejercido por los radicales libres.

Crecimiento y proliferación celular

La amlodipina inhibe el factor básico de crecimiento de los fibroblastos y el factor de crecimiento inducido por la trombina.
Otros estudios refieren atenuación de la migración y proliferación de células del músculo liso de la pared arterial, inhibición de la producción del factor de crecimiento mitogénico, de la síntesis de colágeno, de la matriz extracelular y de la agregación plaquetaria. Todos estos hallazgos explican en parte los resultados de algunos de los grandes ensayos con dihidropiridínicos que no pueden atribuirse solamente al descenso de los lípidos ni al control de la hipertensión arterial.

Modulación del metabolismo lipídico

La amlodipina inhibe la expresión del gen de la HMG conezima A reductasa. Además estimula la expresión de los receptores de las partículas LDL, contribuyendo a la reducción de la concentración del LDL sérico.

Protección endotelial

Los AC dihidropiridínicos favorecen la producción de NO. Con esta acción actúan indirectamente sobre todos los mecanismos favorables de acción inhibitoria que posee el NO, reducción del tono vasomotor y mejor respuesta a la vasodilatación endotelio-dependiente, inhibición de citoquinas inflamatorias y moléculas de adhesión, etc. Todos estos son fenómenos que contribuyen a disminuir la actividad de los macrófagos y subsiguiente formación de células espumosas. Por lo tanto los AC poseen una evidente acción antiaterogénica.

En conclusión los AC ejercen una actividad que reduce el proceso aterosclerótico disminuyendo la posibilidad de eventos cardiovasculares, lo cual conduce a una menor morbimortalidad en los pacientes hipertensos, coronarios y con insuficiencia cardíaca de origen isquémico.

Comentario: Dr. Ricardo Ferreira, médico cardiólogo