PRÓLOGO

Desde que Carlos Chagas descubrió la enfermedad en 1909 mientras trabajaba en el Instituto Oswaldo Cruz, en Río de Janeiro, hasta el presente, el mapa inicial de la tripanosomiasis americana ha presentado un cambio dramático, ya que su origen rural se ha trasladado por las migraciones de causa económicas a las ciudades no sólo de nuestro continente sino también Europa y Australia.


El trabajo de Chagas es único en la historia de la medicina, puesto que fue el único investigador hasta ahora en describir completamente una nueva enfermedad infecciosa: su epidemiología; su agente causante; vector (Triatominae), huéspedes y, sus manifestaciones clínicas.

Son ya conocidas las raíces profundas que enlazan ésta patología con la pobreza estructural de las áreas rurales de nuestra América y que llevan a sus poblaciones a las migraciones a grandes urbes con la esperanza de mejores condiciones de vida. En estas ciudades muchas veces la situación lejos de mejorar se repite en lo que respecta a vivienda (precariedad hacinamientos) inaccecibilidad a la salud, educación, trabajo, etc.
El trabajo de Chagas es único en la historia de la medicina, puesto que fue el único investigador hasta ahora en describir completamente una nueva enfermedad infecciosa: su epidemiología; su agente causante; vector (Triatominae), huéspedes y, sus manifestaciones clínicas.
Son innumerables los aportes de médicos, investigadores, sociólogos, organizaciones e instituciones para tratar de controlar los daños producidos por esta nosología. Pero la realidad es que sólo la aplicación de políticas activas y continuas contra la exclusión social, la marginación y las inequidades y de modelos estratégicos de desarrollo sostenido económico; sanitario y educativo más equitativos darán solución a la problemática de las enfermedades de la pobreza consecuencia de la misma. Es por eso qué en el siglo XXI la atención de esta enfermedad es prioritaria en casi todas las agencias internacionales (OMS/OPS/BM/TDR) y nacionales a través de programas de control de la transmisión en cualquiera de sus formas y en la atención médica de los afectados, verdaderos olvidados y huérfanos de soluciones efectivas.
En este libro quisimos a diferencia de anteriores de nuestra autoría que un conjunto de especialistas de diversas ramas de la medicina vertieran sus conocimientos, experiencias y opiniones, en un intento de contribuir a conformar respuestas que mejoren la asistencia; diagnóstico y tratamiento de los enfermos, abordando aspectos conceptuales relacionados con las problemáticas de la mujer, la discapacidad, el deporte, los aspectos psicosociales señalando las diferentes dimensiones sociales del problema de la enfermedad.
Como expresa tan bien el poeta jujeño Héctor Tizón ser Memoria de los olvidados.
Dra. Luisa J. Giménez

Dr. Jorge E. Mitelman

Agradecimientos:

Deseamos agradecer el apoyo de los distintos grupos médicos de trabajo nacionales y del Continente; del Instituto de Ciencias de la Salud Facultad de Medicina - Fundación H.A. Barceló; de la Unidad de Cardiología del Hospital Álvarez, de nuestras colaboradoras, Sras. Olga Vergara, Sara Chalup, Gabriela Domínguez, Karina Palacios y al Laboratorio Roemmers a través del Dr. Rubén E. Feldman y Sr. Héctor C. Bignone sin los cuales el presente libro no hubiese sido posible.