Desinformacón y noticias falsas

Gestión de la infodemia de las vacunas COVID-19

La información errónea sobre las vacunas COVID-19 es una grave amenaza

Autor/a: Richard Horton

Fuente: Managing the COVID-19 vaccine infodemic

Si lee News Punch (también conocido como "Donde la corriente principal teme pisar"), estará familiarizado con una serie de artículos sobre las perspectivas de una vacuna COVID-19. Con titulares como "Gran ejecutivo farmacéutico: estamos exentos de reclamos de responsabilidad por la vacuna COVID-19", el sitio web ha publicado informe tras informe que arroja dudas sobre la integridad de la ciencia de las vacunas e incluso la probabilidad de que una vacuna esté disponible. Encontrará piezas similares en otros sitios web, como Infowars y AlterNet.

Los argumentos que estos artículos difunden parecen diseñados deliberadamente para sembrar incertidumbre.

Se alega que Elon Musk dijo que no permitirá que sus hijos reciban una vacuna COVID-19. Se alega que los ejecutivos de un fabricante de vacunas vendieron "millones en existencias cuando los ensayos de la vacuna Covid ingresaron en la fase 3". Los médicos están acusados ​​de exigir que el gobierno de los Estados Unidos castigue a los estadounidenses que se niegan a recibir la vacuna COVID-19. Estas historias pueden estar surtiendo efecto.

El mes pasado, Nature Medicine publicó los resultados de una encuesta que describe las opiniones de más de 13.000 personas en 19 países. El 14,2% de los encuestados estuvo total o algo en desacuerdo con la afirmación de que aceptarían una vacuna COVID-19 si estuviera disponible en general. El 17,9% estuvo en total o algo en desacuerdo con la afirmación de que aceptarían una vacuna COVID-19 si su empleador la recomendara. En muchos países, las dudas sobre las vacunas son lo suficientemente altas como para convertir la inmunidad comunitaria en un objetivo desafiante. La encuesta sugiere que se ha hecho muy poco para preparar al público para la llegada de una vacuna COVID-19.

La información errónea sobre las vacunas COVID-19 es una grave amenaza no solo para la salud pública sino también para la seguridad económica nacional, un hecho que se vuelve aún más urgente a medida que una segunda ola de coronavirus se extiende por toda Europa.

En su libro de 2019, The Misinformation Age, Cailin O'Connor y James Owen Weatherall explican cómo las creencias falsas persisten y se propagan. Destacan el carácter social de las fake news. Las conexiones entre nosotros en grupos o redes permiten la propagación de evidencia engañosa así como creencias verdaderas.

Los modelos de comunicación muestran la importancia de la confianza a la hora de moldear la difusión de creencias. Cuanto mayor es la desconfianza entre quienes tienen opiniones diferentes, mayor es el riesgo de polarización permanente.

También somos presa del sesgo de conformidad: un deseo de estar de acuerdo con los demás y de confiar en los juicios de los demás. Nuestra predilección por la conformidad hace que sea más difícil enfrentarnos a la multitud.

Si su red tiene opiniones firmes en contra de las vacunas, es posible que le resulte más difícil llegar a su propio juicio independiente, incluso si se inclina a confiar en una vacuna. Y la desinformación empeora cuando hay propagandistas activos que difunden noticias falsas. El campo de las vacunas COVID-19 está lleno de propagandistas que buscan manipular y engañar.

  • Richard Horton: es editor jefe de The Lancet