La investigación de New Michigan State University sugiere que los bebés que son menos activos duermen menos, algo que los nuevos padres deberían considerar al buscar posibles soluciones para las largas noches de insomnio.

La siesta no ayuda tampoco. De hecho, los bebés que dormían menos por la noche, pero dormían más durante el día, aún no podían dormir tanto como los que dormían más por la noche. Además, los niños cansados ??pesaron significativamente más en función de su longitud, lo que indica un riesgo potencial de obesidad de inicio temprano.

La investigación, publicada en la revista Infant Behavior and Development, es una de las primeras en centrarse en la conexión entre los comportamientos de salud comunes en los bebés.

"Sabemos que la actividad física y el sueño se influyen mutuamente y están fuertemente asociados con el crecimiento en niños mayores y adultos", dijo Janet Hauck, profesora asistente de kinesiología, que se especializa en la investigación de intervención de motricidad infantil. "Nuestros hallazgos sugieren que esta asociación podría surgir desde la infancia, un período crítico de desarrollo".

La investigación de Hauck se centra en el efecto que la actividad física, como el tiempo boca abajo, tiene en los bebés a medida que crecen y se desarrollan. El tiempo boca abajo es exactamente eso: el momento en que los bebés se colocan boca abajo y se les alienta a desarrollar habilidades motoras mientras están supervisados.

"Si bien aún no tenemos evidencia de que el tiempo boca abajo afecte directamente el sueño, aumenta la actividad física y promueve un aumento de peso saludable", dijo Hauck. "Entonces, los padres que sienten que su bebé no está durmiendo lo suficiente podrían promover el tiempo boca abajo durante el día para aumentar el nivel de actividad física de su bebé".

El estudio analizó 22 bebés sanos de seis meses de edad y controló el nivel de actividad física y el sueño durante 24 horas. También se midieron el peso y la longitud.

"Los bebés que dormían menos en general en las 24 horas y tenían la menor cantidad de sueño nocturno tenían más alimentación durante la noche y eran significativamente menos activos durante el día", dijo Hauck.

También indicó que los bebés que dormían más de 12 horas en un día tenían una mejor puntuación de peso para la longitud, alrededor del percentil 53, que los que dormían menos de 12 horas y pesaban más.

"Los padres pueden hacer que 12 horas de sueño o más sean una prioridad para su bebé al crear una rutina para irse a la cama y ser coherentes con ella", dijo Hauck. "Mientras que su pequeño está despierto, debe alentar la actividad física interactuando con su bebé durante las actividades en el piso y hacer el tiempo boca abajo supervisado varias veces al día".