Enfermedad vascular precoz

Hipercolesterolemia familiar: más frecuente de lo que se pensaba

Los investigadores afirman que el hallazgo muestra que el tratamiento es importante para evitar el ataque cardiaco

Fuente: MedlinePlus

El doble de personas de las que se pensaba hasta ahora están genéticamente predispuestas a desarrollar unos niveles peligrosamente altos de colesterol, según una nueva investigación.

La hipercolesterolemia familiar, tal y como se llama esta enfermedad, aumenta significativamente el riesgo de sufrir un ataque cardiaco a una edad temprana. El estudio halló que afecta a 1 de cada 250 hombres y mujeres estadounidenses, en lugar de 1 de cada 500.

Sin embargo, la nueva cifra no refleja que el problema esté aumentando, señaló la autora del estudio, la Dra. Sarah de Ferranti, profesora asistente de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard. En lugar de eso, lo que ocurría era que la afección anteriormente "se reconocía en menos ocasiones de las reales", explicó.

Para los que tienen esta afección potencialmente letal, "es extremadamente importante conseguir una atención preventiva temprana y consistente", comentó de Ferranti.

"La clave es que usted y su médico comprendan y distingan entre un colesterol leve y moderadamente alto que aparece en la mediana edad en relación con un estilo de vida que no es ideal, y un colesterol muy alto que ha estado presente desde el nacimiento, que ha permitido que un nivel alto de colesterol se haya acumulado durante décadas", explicó.

Si un pariente cercano sufre un ataque cardiaco o un dolor en el pecho antes de los 50 años de edad, considere la posibilidad de que los demás familiares sean evaluados, sugirió.

Las medidas preventivas incluyen tomar medicamentos y la modificación del estilo de vida, indicó de Ferranti. "Tenemos medicamentos muy efectivos para bajar el colesterol que creemos que pueden reducir las tasas de enfermedades cardiacas hasta el nivel de las personas que no sufren de [hipercolesterolemia familiar], si se toman lo suficientemente temprano y de forma consistente", indicó de Ferranti.

También es importante mantener un peso saludable, vigilar lo que come y controlar la presión arterial, dijo. No hacerlo puede empeorar su situación, explicó.

El Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California en Los Ángeles, se mostró de acuerdo en que aunque los riesgos son altos, hay buenos tratamientos disponibles.

"Sin tratamiento", dijo, "los hombres que tienen hipercolesterolemia familiar frecuentemente sufren ataques cardiacos a partir de los 40 y de los 50 años de edad, y las mujeres con hipercolesterolemia familiar frecuentemente sufren ataques cardiacos a partir de los 50 y de los 60 años de edad".

Una vez detectado, "hay una cantidad de tratamientos muy efectivos que pueden reducir el colesterol LDL y prevenir ataques cardiacos y accidentes cardiovasculares en individuos con hipercolesterolemia familiar", añadió Fonarow.

Estos incluyen a las estatinas, medicamentos que bloquean la absorción del colesterol y los nuevos inhibidores de la PCSK9, señaló. Se trata de inyecciones inyectables una o dos veces al mes que ayudan a controlar los niveles de colesterol.

Los resultados del estudio aparecen en la edición del 15 de marzo de la revista Circulation.

"Hasta ahora, realmente no hemos tenido un buen estimado de qué tan habitual es la hipercolesterolemia familiar en Estados Unidos", dijo de Ferranti. Una razón de esto es la diversidad que hay en Estados Unidos, dijo. Las tasas del trastorno genético varían en función de la procedencia racial/étnica, pero la mayoría de los estudios se han centrado en grupos de población específicos, explicó.

El esfuerzo actual, indicó, se propuso rectificar ese problema.

Los investigadores analizaron los datos relativos a casi 37,000 adultos estadounidenses inscritos en la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición de 1999-2012.

Para determinar las tasas de hipercolesterolemia familiar, observaron los niveles del colesterol "malo" (LDL), una causa de acumulación de placa en las arterias. Luego buscaron evidencias de la existencia de una enfermedad cardiaca temprana, como un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular a una edad joven, en los individuos o en sus familiares cercanos. Los umbrales estaban en antes de los 55 años para los hombres y antes de los 60 años para las mujeres.

Usando un modelo estadístico, el equipo concluyó que unos 834,500 estadounidenses han heredado esta afección.

El riesgo varió de forma considerable en función de la etnicidad: aproximadamente 1 de cada 414 para los estadounidenses de origen mexicano; 1 de cada 249 para los blancos, y 1 de cada 211 para los negros.

El riesgo también pareció diferir con la edad: aumentó de 1 de cada 1,557 adultos de 20 a 29 años, a 1 de cada 118 hombres y mujeres de 60 a 69 años.

La obesidad también aumentó el riesgo, descubrieron los investigadores.

El nuevo estimado incluye tanto a las formas graves de la afección como a los casos que potencialmente pasan inadvertidos. Eso es así porque incluso las formas relativamente leves suponen un "riesgo sustancialmente más alto de enfermedad cardiaca a una edad temprana", señaló de Ferranti.


FUENTES: Sarah de Ferranti, M.D., MPH, assistant professor, pediatrics, Harvard Medical School, and director, preventive cardiology clinic, department of cardiology, Boston Children's Hospital Boston; Gregg Fonarow, M.D., professor, cardiology, University of California, Los Angeles; March 15, 2016, Circulation