Quistes

Quistes de expansión en los maxilares

Los quistes dentígeros son quistes de desarrollo que se presentan cuando se acumula líquido entre el epitelio reducido del esmalte y la corona de una pieza dentaria no erupcionada.

Autor/a: Oral Health Journal

Fuente: Oral Health Journal

El resultado es una expansión unilocular alrededor de la corona del diente. Los quistes dentígeros representan aproximadamente el 20% de los quistes odontogénicos y se encuentran más frecuentemente entre la segunda y la cuarta década de vida. Siendo que la lesión es típicamente asintomática, las más grandes causarán una expansión indolora del hueso, mientras que los quistes infectados pueden causar dolor y un trayecto fistuloso con drenaje en  zonas del seno maxilar. Ocasionalmente, se ha reportado parestesia como consecuencia de un quiste dentígero que provocaba  presión en una estructura vital.
Los quistes dentígeros se asocian típicamente con los terceros molares no erupcionados, los caninos superiores, y los segundos premolares inferiores y se descubren a menudo durante un examen dental radiográfico de rutina.

En el caso de los terceros molares, uno se puede confiar en asumir que los dientes están ausentes de forma congénita, sin embargo, como nos muestra el caso en cuestión , debemos tener en cuenta la posibilidad de lesiones con o sin la capacidad de mover los dientes.

Informes del caso

Durante una cita con su odontólogo, una señora de 51 años manifestó un dolor vago en sus dientes superiores. Un examen clínico reveló que los dientes y las encías estaban sanos, sin embargo, había una expansión de consistencia firme en la región molar. La radiografía panorámica demostró la presencia del1.8 impactado, le mismo parecía estar en el seno maxilar debajo del reborde infraorbitario.

La paciente fue derivada a un especialista en cirugía bucomaxilofacial en donde se le solicitó una tomografía computada para determinar la posición tridimensional de la lesión. El quiste unilocular era de gran tamaño (3.5 x 3.5  x 4.5cm) y se encontraba obliterando el seno maxilar con el diente impactado que lindaba la cavidad nasal. A pesar de una cierta preocupación por el tamaño de la lesión y por el acceso limitado en el sector posterior del maxilar, el quiste fue extraído con una remoción mínima de hueso. La recuperación de la paciente se desarrolló sin inconvenientes y la misma sigue regularmente con su odontólogo. La patología fue confirmada como quiste dentígero.

Discusión

Cuando se presentan lesiones de expansión en la región maxilofacial, el diagnóstico diferencial debe incluir quistes, (quiste dentígero., el queratoquiste odontogénico que surge  de la calcificación del quiste odontogénico), los tumores benignos (el ameloblastoma, el fibroma ameloblástico, los tumores odontogénicos adenomatoides), y los tumores malignos. El quiste dentígero es el quiste odontogénico de desarrollo más común, representando aproximadamente el 20% de los quistes de los maxilares. Aproximadamente el 1% de los terceros molares retenidos en los maxilares desarrollará un quiste dentígero.
Un paciente que se presenta con dientes ausentes al examen clínico debe ser evaluado para investigar si estas piezas dentarias se encuentran retenidas. Una radiografía panorámica proporcionará la información con respecto la presencia y a la posición de los dientes retenidos así como cualquier patología asociada.

Las características clínicas y radiográficas del quiste dentígero pueden ser compatibles con otras lesiones,  más notablemente con el queratoquiste odontogénico, o con el ameloblastoma unilocular. Los quistes dentígeros son  lesiones uniloculares pero pueden aparecer como multiloculares debido a la imagen que ofrece el trabeculado óseo que no ha sido desplazado dentro de la lesión en el examen radiográfico. Los quistes dentígeros se han reportado como la causa más probable del movimiento dentario que los queratoquistes odontogénicos, aunque esto es posible con ambos lesiones. Para el quiste dentígero, tres presentaciones son posibles: central, teniendo el aspecto de la corona que se proyecta en la cavidad del quiste; lateral, donde el quiste se extiende a lo largo de la superficie de una raíz; y circunferencial donde el quiste se extiende a lo largo de la raíz, dando un aspecto de que el quiste abarca la corona y las raíces del diente. Debe observarse que los quistes más grandes pueden confundir esta relación.

El diagnóstico definitivo se realiza a través del examen histológico del revestimiento o pared  del quiste. La diferenciación con el ameloblastoma uniquístico y el  queratoquiste  odontogénico es importante debido al alto promedio de recidiva, y a la naturaleza más destructiva de estas lesiones comparadas con el quiste dentígero.
El tratamiento del quiste dentígero depende de factores tales como tamaño, localización, edad del paciente, y la proximidad a estructuras vitales. Se puede tratar realizando la  enucleación con la extracción del diente implicado en caso de que haya espacio escaso para la erupción normal o en caso de que el diente no aporte a la funciónalidad. El diente implicado puede ser preservado en algunos casos después de la enucleación del quiste, tal procedimiento facilitará que el diente entre en erupción normalmente debido al retiro de la presión que impide la erupción normal.Puede ser necesaria la ayuda ortodóntica  para permitir que el diente entre en erupción totalmente. Lesiones más extensas, especialmente ésas con proximidad a las estructuras vitales, o en pacientes médicamente comprometidos  se pueden  tratar por  marsupialización, reduciendo al mínimo la necesidad de una cirugía más radical.

En el caso de una remoción completa, los quistes dentígeros  tienen una incidencia muy baja de recurrencia. La posibilidad de una transformación maligna del recubrimiento o pared del quiste es posible pero en la menor parte de los casos. Las transformaciones posibles son: ameloblastoma, carcinoma de células escamosas, y el  carcinoma mucoepidermoide intraóseo.

Resumen

El caso tratado destaca la importancia de investigar correctamente los terceros molares retenidos y otras piezas con esta condición por la posibilidad de la presencia de diferentes patologías. La incidencia de cambios en quistes de  terceros molares retenidos se ha determinado ser aproximadamente del  2%, con una  incidencia aumentada  en proporción al tiempo que la pieza ha permanecido retenida. También se ha divulgado que incluso en dientes retenidos, con exámenes radiográfico normales, las alteraciones en las paredes de los quistes son muy comunes .Tanto por esta razón, así como por el potencial para lesiones más destructivas asociadas a las piezas dentarias retenidas, se indica un seguimiento regular para estos pacientes, incluso en el caso de los dientes asintomáticos en pacientes mayores.